Marky Ramone revive el legado de Los Ramones
El batería del mítico grupo, único superviviente del cuarteto neoyorquino, actúa esta noche en El Tren
A pesar de que la historia nos cuenta que el punk como fenómeno revulsivo del rock se gestó en Londres, donde adquirió visibilidad, repercusión mediática y un ideario, diseñado en gran parte por Malcolm McLaren, finalmente serían cuatro inadaptados neoyorquinos también conocidos como Los Homínidos de Queens los que acabarían por sintetizar su fórmula más reconocible. Los Ramones redujeron la canción rock a su expresión más básica, esquemática y rudimentaria con temas tocados a la máxima velocidad posible, de no más de tres acordes, apenas dos minutos y unas letras sin dobleces que podían aprender hasta los niños de tres años. Y lo cierto es que en la primavera de 1976, cuando en Inglaterra los Sex Pistols aún no habían debutado en disco y The Clash ni siquiera existían, Los Ramones publicaban con el sello Sire su primer álbum. A partir de entonces, y a pesar de que nunca gozarían de una repercusión comercial a la altura de las grandes estrellas del rock, su influencia en infinidad de grupos de todo el mundo iría creciendo hasta su disolución, en 1996. Ocho años más tarde los tres miembros fundadores, el cantante Joey, el guitarrista Johnny y el bajista y compositor Dee Dee Ramone, que había abandonado la banda con la llegada de los noventa, habían fallecido. Y curiosamente, Marky, que no estaba en la formación original, sino que vino a sustituir a la batería a Tommy en 1978, y acabaría siendo el más duradero en sus diversas etapas con el grupo, sería el único Ramone superviviente y desde entonces el encargado de mantener viva la llama de la música ramoniana.
Para entenderla, baste recuperar un par de afirmaciones del propio grupo. En 1976 Joey Ramone declaraba: "No podemos tocar temas lentos, debe ser algo de metabolismo. Tampoco hacemos solos de guitarra; aburren". Efectivamente, su principal objetivo era evasivo, el puro divertimento que los alejaba de la rabia y las posturas politizadas y combativas de los punkies ingleses. En 1977 Dee Dee Ramone apuntaba: "Los punks británicos son unos amargados. Tocan canciones sobre el problema de estar en paro. Nosotros tampoco teníamos trabajo cuando empezábamos y eso no nos impidió hacer temas divertidos. Tienen una mentalidad muy negativa. Y odian a los Estados Unidos. ¿Cómo se atreven?".
Por su parte Marc Bell, que ya tenía un pasado antes de convertirse en Marky Ramone como miembro de Dust o de bandas seminales del underground neoyorquino como Wayne County & The Backstreet Boys (no confundir) o Richard Hell & The Voidoids, con quienes grabó el clásico Blank Generation (Sire, 1977), ha acabado por ser el representante Ramone en la tierra. Tras la disolución del grupo, Marky formó The Intruders y posteriormente ha hecho giras con los belgas Buckweeds o con The Misfits, otro de los grupos esenciales del punk norteamericano. Ahora llega a Granada, esta noche en la sala El Tren, como Marky Ramone's Blitzkrieg con la compañía del cantante Andrew WK para recrear el inmortal repertorio de los lerdos más ilustres del rock. Los culpables son Attaque 77, uno de los más longevos e importantes grupos del punk argentino que son los que lo han invitado a unirse a ellos para tan evangélica tarea. One, two, three, four…
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