Tuve la fortuna de conocer a Maribel de Falla, sobrina y ahijada de Manuel de Falla, en 1977. Estudiaba en París clavecín con Rafael Puyana, y ella era muy amiga del éste, al que visitaba con frecuencia. Recuerdo que me regaló una copia de la foto del estreno del Concerto para clave y cinco instrumentos de Manuel de Falla.

Al año siguiente, el 27 de abril de 1978 mi hermana Azucena Fernández Manzano dio su primer concierto de piano en el Centro Artístico y Literario y ella acudió al mismo. Al conocer que estaba entre el público tocó la Andaluza del maestro dedicándosela, como reflejó la prensa, iniciándose una relación de amistad con nuestra familia. Ella le regaló la copia de la fotografía de Falla asomado en su balcón. En Granada tuvo muchos amigos, entre otros mencionar a la pianista Maribel Calvín, el director de orquesta Miguel Ángel Gómez Martínez, el musicólogo Antonio Martín Moreno, el compositor Juan Alfonso-García, y un largo etc.

Su legado

Maribel de Falla se encargó de recoger toda la documentación de su tío, fotografías, partituras, epistolarios, grabaciones sonoras, libros, folletos, programas, recortes de prensa, facturas, anotaciones, ediciones, investigaciones, adquiriendo en subastas otras, conservándolas y ordenándolas en dos pisos céntricos de Madrid. Desde 1961 inició contactos para que el archivo pudiera estar ubicado en Granada. En primer lugar la Casa Museo se abrió en 1965, llegando a nuestra ciudad los fondos del archivo el 22 de febrero de 1991, ubicándose en una magnífica instalación en el Auditorio Manuel de Falla, diseñado por el arquitecto José María García de Paredes, marido de Maribel, y del que se encarga Elena García de Paredes, gerente de la Fundación. Desde 2019 hasta 2023 la Caja de las Letras del Instituto Cervantes guarda la partitura original del Retablo de Maese Pedro, siendo una de la últimas actividades en las que participó como presidenta de la Fundación Archivo Manuel de Falla.

Mujer excepcional, siempre atenta a las actividades musicales que se realizaban en Granada, Cádiz, Madrid, Barcelona, París, Hispanoamérica, o cualquier lugar en donde estuviera el nombre de Falla. Atenta a los jóvenes músicos, sencilla, detallista y cariñosa con todos, deja un gran vacío en el mundo de la cultura y en todos los que tuvimos la suerte de conocerla.