Seis magos sobre el escenario. Ninguno de ellos tiene nada que ver con Copperfield. Su magia es diferente. No necesitan grandes artilugios ni trucos de humo para convertir el teatro en un sumidero de magia absoluto. Marc Metral, Armando Magia, Luis Manuel, Jéröme Helesntein, Gaetan Bloom y Juliana Chen demostraron ayer por qué un simple juego de cartas puede resultar todo un tesoro.

La Magomiscelánea del Isabel la Católica fue un número mágico para una noche de magia total. Una historia fabulosa en la que se iban turnando los trucos de siempre, las cartas, la manipulación y el impacto visual de la estética de Chen, auténtica reina de la noche. Su sola presencia basta para que emerja entre las butacas un encantamiento extraño. Su sonrisa es fundamental.

Máscaras fosforescentes y centenares de cartas que salen de sus manos y que maneja con una habilidad pasmosa en un espectáculo lleno de danza y misterio.

La experiencia del maestro de maestros, Bloom y su humor sumado a la magia. Su expresividad y experiencia dieron rienda suelta a un número fabuloso. El ventrílocuo Marc Metral, dando vida a sus fabulosos personajes. La personal fantasía del espectáculo de Armando Magia, donde trata de calmar a un bebé al que ha despertado sin querer o las imágenes de Jéröme Helesntein. Todos lucieron ayer sus mejores trucos.