Mitología de guardería

Aventuras, EE UU, 2013, 106 min. Dirección: Thor Freudenthal. Intérpretes: Logan Lerman, Sean Bean, Nathan Fillion, Stanley Tucci, Missi Pyle, Daniel Cudmore. Guión: Marc Guggenheim. Música: Andrew Lockington. Cines: Cinema 2000, Kinépolis, Serrallo Plaza y Alhsur.

Tod Freudenthal (Hotel para perros, El diario de Greg) hereda del siempre aseado Chris Columbus las aventuras fantásticas de Percy Jackson, el personaje creado (más bien re-creado) por el novelista Rick Riordan. Se trata de un adolescente que es hijo de Poseidón. Mitología clásica adaptada al gusto de la era Harry Potter y ensanchada por las posibilidades de los efectos especiales. Le acompañan en sus aventuras otro semidiós y un sátiro. Como si se mezclara la mitología clásica con algo de mitos egipcios y orientales, El club de los cinco, Scooby-Do, las queridas películas de Ray Harryhausen, muy especialmente la ya mencionada serie de Harry Potter y algo de Las crónicas de Narnia y El Señor de los Anillos (uno de los monstruos de esta película está calcado del balrog de Moria, el demonio ígneo del látigo de fuego que lucha con Gandalf).

Cine de retales basado en novelas de retales (¿es casual que la primera novela de las aventuras de Percy Jackson se editara en 2005, ocho años después de la publicación del primer Harry Potter y cuatro después de que Chris Columbus -el mismo director que filmará la primera aventura de Percy Jackson- la llevara al cine y se estrenara la entrega de El Señor de los Anillos? Pero las mantas de retales calientan y las novelas o películas de retales entretienen si están escritas o filmadas con una artesanía que supla su evidente falta de originalidad. Y no faltará pedagogo memo que sostenga que con este gazpacho seudo mitológico los jóvenes se aficionarán al mundo clásico.

En esta segunda aventura, cual si fuera Jasón y sus argonautas, Percy debe conquistar el vellocino de oro para salvar el mundo -su mundo fantástico de semidioses, centauros, faunos y cíclopes-, atravesando tierras y mares plagados de monstruos tras un prólogo tal vez demasiado largo. La cosa funciona si no se le pide más de lo que puede dar: entretenimiento para público infantil y adolescente con efectos digitales ajustaditos de presupuesto.