El Ulises de Joyce es considerado como una obra magna de la literatura universal, y de ella han brotado, como esporas, miles de obras secundarias, entre adaptaciones, versiones y demás textos inspirados en las 'aventuras' de Leopold Bloom. Una de ellas es el monólogo final de su esposa Molly, que con la voz de Magüi Mira llega el próximo octubre al Centro Cultural Medina Elvira, en el municipio de Atarfe, bajo la dirección de Jesús Cimarro.

Estructurado como un largo monólogo interior, de 24.000 palabras sin apenas signos de puntuación, el texto reproduce la espera de Molly Bloom, que aguarda paciente, como la Penélope de Homero, el regreso de su marido. Con el paso del tiempo, el pensamiento de la protagonista va fluyendo libre y dejando entrever la relación que mantiene con su esposo, y el espectador conoce las aventuras extramatrimoniales de Molly ante la frialdad de su esposo, lo que ha sido entendido en muchas ocasiones como una denuncia de Joyce a la moral heteropatriarcal de su época.

Según afirma la actriz protagonista en una nota promocional, este monólogo muestra cómo "un hombre osado entró en el pensamiento de Molly", un pensamiento que definió como "arrollador y temblorosode pura contradicción". Cuando Ulises vio la luz, hace ahora un siglo, los lectores se encontraron, prosigue Mira, con una mujer diferente a lo que dictaba la sociedad, una persona "que no podían encapsular, como tampoco a la condición femenina". 

Cien años después, las palabras de Molly Bloom permanecen intactas, pero el mundo se mueve y cambia. "Ahora puedo entender su resignación como una generosa aceptación del deseo insatisfecho de ser amada. Molly acepta la vida de mujer que sostiene el mundo, fuerza imparable de la madre naturaleza, de la madre tierra", concluye Mira.