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Morente mete el surrealismo de Picasso en la vereda del flamenco

  • El cantaor granadino saca a la venta 'Pablo de Málaga', un homenaje de trece canciones que recuerdan la emoción que le produjo contemplar el 'Guernica'

"Larga procesión de ojos andando de puntillas". Eso lo escribió Picasso y era un verso y ahora Enrique Morente tamiza ese "delirio surrealista" por tientos y soleares en Pablo de Málaga, que salió ayer a la venta como homenaje a la emoción que le produjo al cantaor granaíno contemplar el Guernica.

Son trece canciones, siete "y media" con textos "del Picasso escritor", una con versos de Luis de Góngora, y el resto populares, de Morente y del poeta Rafael Inglada, para un disco, el 23 de su carrera, que iba a sacar en Francia pero que ya no puede "esconder", reconoció ayer en un almuerzo con periodistas, "acabao de levantar y con peor voz que el perro". "Este disco estaba pensado en principio para los franceses. Ahora, primero lo presentaré por el norte -el día 14 en Gernika- pero luego tendré que ir bajando hasta llegar a Sevilla y a lo mejor ese día me disfrazo", bromeó horas después de participar en el Primavera Sound de Vallecas, con "modernos por todas partes", aunque él no les iba a la zaga ayervestido de negro, con un peinado rockabilly y botas de punta.

"El flamenco es un arte vivo, de hoy, en continua formación, y a mi me gusta lo universal, no me gusta ser de un pequeño rincón de una pequeña casa de una pequeña ciudad", resumió para explicar por qué se ha decidido a sacar adelante una "aventura" de la que ha salido "vivo de milagro", y que publican Caimán Records y él mismo con su sello Probéticos. "Las personas nos complicamos. Me encargaron un par de temas para la inauguración del museo Picasso de Málaga y sin ese clavo nunca hubiera encontrado dónde colgar el resto. Con ello devuelvo la emoción que me produjo contemplar el Guernica" o, más exactamente, los bocetos que se exhibían, "sin cristal ni nada", en el Casón del Buen Retiro, donde estuvo entre 1981 y 1992. Picasso recrea en sus versos sus recuerdos infantiles, el olor de la comida de su madre, el de los jazmines o el dolor "azul desmayado" del desamor, pero lo hace como cuando Morente se vino "a vender productos" al Rastro de Madrid: "sin puntos ni coma ninguna". El disco se abre con un tema "muy desagradable", Guern-Irak, "el sueño y mentira de Franco" lleno de gritos y lamentos, que recupera "la denuncia, el recuerdo y la memoria" de Picasso y que resume su emoción por el Guernica, pintado hace 71 años, cuando aún faltaban cinco para que el cantaor granadino naciera.

Rafael Inglada, que fue quien facilitó a Morente el acceso a la obra del pintor malagueño y el intermediario con la familia, aseguró que convencer a los Picasso "no fue nada fácil" pero que el resultado les parece "espléndido".

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