Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte 2

Ciencia ficción, EEUU, 2015, 137 min. Dirección: Francis Lawrence. Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Donald Sutherland, Julianne Moore, Philip Seymour Hoffman. Guión: Danny Strong. Música: James Newton Howard Fotografía: Jo Willems. Cinema 2000, Kinépolis, Serrallo Plaza, Artesiete Alhsur.

Lo confieso: nunca me interesó ni tan siquiera un poquito esta saga apocalíptico-adolescente que propone algunos de los grandes temas de las fábulas distópicas tratados con la suficiente liviandad como para ser digeridos junto a las palomitas y, como ellas, dando la sensación de que alimentan. Lo propio de una ya larga época que considera Gran Hermano un experimento sociológico, Matrix una reflexión filosófica, Sálvame periodismo de investigación o a Tarantino un maestro del cine. Si nos ponemos en este plan Los juegos del hambre podrían estar entre Jonathan Swift y George Orwell. Puede valer.

Esta entrega, dicen quienes se toman la molestia de reflexionar en serio sobre estas cosas, es la peor de todas. A mí todas me han parecido igual de ruidosas y vacías: como cuando se le cae a un camarero una bandeja en la que no lleva nada y el sobresalto no tiene consecuencias. Aunque sí da la sensación de estrujar la teta hasta dejarla sin una gota. E incluso la de estrujarla sabiendo que ya había dado de sí todo lo que podía dar. Esto de desdoblar la última entrega de las trilogías para convertirlas en tetralogías suele dar resultados desastrosos por exprimidos.

Supongo que da a sus fans lo que buscan. Sí puedo decir que, como película de acción trufada de efectos especiales, un género ya en sí mismo, deja mucho que desear en comparación con otras máquinas de entretenimiento. Es una desdicha ver a un Philip Seymour Hoffman a los dos años de su muerte metido en este fregado. Se cuenta que cuando a John Ford lo querían cabrear le recordaban que había dirigido María Estuardo, película que detestaba. Supongo que al gran actor le pasaría lo mismo si viviera. También están, como de costumbre, Donald Sutherland y Julianne Moore; pero, como están vivos, dan menos penita. Jennifer Lawrence dicen que redime su pésima, aunque exitosa, filmografía en Joy, que se estrenará en enero. Ojalá. De momento sigue irredenta. John Hutcherson sigue teniendo cara y hechuras de héroe de telefilme de sobremesa. En cuanto al director, responsable también de las dos entregas anteriores, se comprende que destrozara la novela de Richard Matheson Soy leyenda y que perpetrara la cursilería de Agua para elefantes.