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Muere Anthony Minghella, el director de 'El paciente inglés'

  • El cineasta falleció tras una hemorragia cerebral causada por una operación

El director, guionista y productor británico Anthony Minghella murió la madrugada del lunes al martes a los 54 años, a consecuencia de una hemorragia cerebral causada por una operación a la que se sometió para extirparse un bulto en el cuello, según informó la BBC y confirmó su agente. La noticia provocó una gran conmoción en el mundo de la cultura británica; incluso el ex primer ministro Tony Blair mostró su tristeza por la desaparición de un "maravilloso ser humano, creativo, brillante, amable y divertido", que realizó en 2005 un anuncio para la campaña electoral que llevaría al político laborista a su tercer y último mandato.

Pero Minghella será recordado sobre todo por El paciente inglés, su versión de la novela homónima de Michael Ondaatje. Una historia épica de amor, muerte y pasión ambientada en el desierto lo catapultó de un golpe a la categoría de director estrella tras hacerse con una avalancha de galardones. Este drama ambientado en la Segunda Guerra Mundial y protagonizado por Ralph Fiennes, Kristin Scott Thomas y Juliette Binoche ganó nueve Oscar en 1997, entre ellos el de mejor director y mejor película. Muchos profesionales de la industria atribuyen desde entonces a Minghella, desde el año 2003 y hasta hace muy poco director del Instituto Británico del Cine, la recuperación de la visibilidad del cine del Reino Unido en todo el mundo.

Sus primeros años de vida hacían improbable intuir que haría carrera en Hollywood. Hijo de un inmigrante italiano y una escocesa que regentaban una heladería costera, nacido en la Isla de Wight el 6 de enero de 1954, fue profesor de Literatura en la Universidad de Hull antes de decidirse en 1981 a iniciar una carrera como escritor teatral y de musicales. También hizo obras para la radio y guiones para series de televisión. Solía decir que tener raíces italianas y haberse criado en Gran Bretaña le permitía entender "lo que es ser inglés, pero con una perspectiva externa".

Su debut en el cine, Truly, Madly, Deeply, una historia romántica con Juliet Stevenson y Alan Rickman, fue recibido con elogios en 1991. Tras el abrumador éxito de El paciente inglés, rodó en 1999 El talento de Mr. Ripley, de nuevo una adaptación literaria, en este caso de la perversa y turbadora serie criminal de Patricia Highsmith, protagonizada por Jude Law, Matt Damon, Gwyneth Paltrow y Cate Blanchett. En 2003 firmó Cold Mountain, un también con Jude Law. Renné Zelwegger consiguió por esta película el Oscar a la mejor actriz de reparto, el único que logró la película, que aspiraba a siete estatuillas.

Minghella apareció recientemente en un pequeño papel en Expiación, filme de Joe Wright inspirado en el libro del novelista Ian McEwan que representó a Inglaterra en la última edición de los Premios Oscar. El cineasta acaba de terminar The No. 1 Ladies' Detective Agency, un telefilme -también éste basado en un libro- para la BBC rodado en Botsuana cuya emisión estaba prevista para este domingo.

Anthony Minghella tenía una larga lista de proyectos en fases de producción. Por ejemplo, era productor de The Reader, que se está rodando actualmente a las órdenes de Stephen Daldry. Además, estaba en negociaciones para rodar la versión hollywoodense de La vida de los otros, la sensación del cine alemán en la edición de 2006, un título que ganó el Oscar a la mejor película extranjera.

También dio que hablar como director de ópera. Puso en escena un montaje de Madame Butterfly, de Puccini, en la English National Opera de Londres y en la Metropolitan Opera de Nueva York. Por este trabajo logró en 2006 el premio Olivier a la mejor producción escénica.

Minghella estaba casado con la coreógrafa nacida en Hong Kong Carolyn Choa y vivía en Ryde, en la Isla de Wight. Era padre de una hija, Hanna, y un hijo, Max, actor, que aparecerá en la película que está rodando Alejandro Amenábar, Ágora.

Tras conocerse la noticia de su muerte, representantes de todos los ámbitos de la sociedad británica han expresado su pesar por la pérdida de uno de los creadores más influyentes del país, con cuyo cine siempre demostró un gran compromiso.

El actor Ralph Fiennes, que trabajó con él en El Paciente inglés, dijo estar "deshecho" con la muerte del artista, al que describió como un gran director de actores y alguien "que siempre quiere llegar al corazón del asunto".

Jude Law, que le tuvo de director en tres películas, incluida la de Mr. Ripley, se confesó "profundamente conmocionado y entristecido" por su fallecimiento. Elogió su "brillante talento" como director y guionista y le describió como "un hombre dulce, cálido, inteligente y divertido".

El productor y amigo personal de Minghella David Puttman (responsable, entre otras películas, del debut cinematográfico de Ridley Scott en 1977 con The duellists), afirmó que la industria cultural lamentará la pérdida de un colega "muy querido".

"Comenzó escribiendo y, como director, no era un estilista. Él se veía a sí mismo como un narrador de historias, y sus películas estaban muy bien contadas, muy bien hechas e interpretadas", añadió el también lord del Partido Laborista.

Su muerte ha causado gran conmoción en el mundo de la cultura británica, en el que era una figura destacada no sólo por su labor como cineasta, por la que fue reconocido en Hollywood y en su país, sino también por ser presidente del BFI, cargo que ocupó hasta este mismo mes.

Cuando asumió la presidencia del Instituto del Cine, en 2003, se comprometió a trabajar para aumentar la producción en Gran Bretaña, donde, opinaba, no se hacían "suficientes películas" y no había "suficientes estudios".

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