"Durante mucho tiempo", dice la artista Ángeles Agrela, "la mujer no pudo entrar en los lugares donde se producía el arte. Salvo que la mujer fuera la modelo para la obra de turno, claro. Dado que históricamente se les ha escatimado la libertad para ofrecer su visión del mundo, siempre han sido representadas, por parte de los hombres, como si fuesen prácticamente un bodegón, o eso me ha parecido siempre. Es decir, como seres pasivos y sin más cualidades que la belleza. Por eso juego mucho con esa manera de representar lo femenino".

Estas ideas están en la base de El favor de las bellas, una serie en la que la Agrela, que acostumbra a proceder de este modo, viene trabajando durante los últimos tres años, desarrollando distintas variaciones de un mismo juego cargado, evidentemente, de significado social, político e historiográfico: la "apropiación de la representación de lo femenino y de la mujer en el arte, con una mirada más contemporánea e incluso radical". Y a ese proyecto dilatado en el tiempo pertenece Afrodita en procesión, la obra con la que la artista jiennense ganó el pasado febrero el Premio Internacional de Pintura Focus 2017, acompañado de una dotación económica de 12.000 euros y convocado cada año, desde hace 34, por la Fundación Focus Abengoa.

El premio lo recogió la tarde de ayer, en un acto celebrado en el Hospital de los Venerables, sede de la fundación, que fue presidido por Gonzalo Urquijo, máximo dirigente de la entidad.

Con una "composición muy clara y clásica", como indicó el fallo del jurado, la obra muestra a una mujer joven urbana que, en cuclillas o postrada, sostiene sobre su torso una escultura de Afrodita, diosa de la belleza y el amor. "Ya está dicho todo, ¿no? Y por si acaso no, ahí está el título...", señaló la artista a este diario, enemiga como es de "concretar demasiado los detalles y de demasiadas pautas que condicionen a la gente".

Realizada con acrílico y lápiz sobre papel, una "técnica muy plástica" que realza el concepto que se pretende reflejar, explicó, la obra deja patente su "referencia a la Historia del Arte" a través de esa escultura de la divinidad de la mitología griega. "Está claro lo que representa para las mujeres el peso físico pero sobre todo el peso de la tradición y del imperativo de la belleza", añadió la artista, nacida en Jaén en 1966 y afincada desde hace muchos años en Granada.

"Estoy contentísima no sólo porque este premio es de los mejores que hay en España; no hay más que ver, sin ir más lejos, el jurado tan prestigioso que tiene. Pero en este caso, además, estoy particularmente satisfecha porque yo estaba muy convencida con esta obra y, cuando eso, pasa cualquier artista, creo, preferirá que su obra acabe en una colección como la d Focus que en una particular", reconoció Agrela minutos después del acto en los Venerables.