Mulatu Astake, músico

Mulatu Astatke : “Le estoy muy agradecido a Jim Jarmusch por utilizar mi música en sus peliculas”

  • El creador del Ethio-Jazz llega este miercoles al Festival Jazz en la Costa

Mulatu Astatke : “Le estoy muy agradecido a Jim Jarmusch por utilizar mi música en sus peliculas”

Mulatu Astatke : “Le estoy muy agradecido a Jim Jarmusch por utilizar mi música en sus peliculas” / R. G. (Granada)

Nacido en la ciudad de Jimma, en el oeste de Etiopía, Mulatu se marchó a Gales para matricularse en Ingeniería Aeronáutica y pronto se dio cuenta de que aquello no era lo suyo. Se trasladó entonces al Conservatorio del Trinity College de Londres para estudiar clarinete, piano y armonía, y más tarde a Nueva York y Boston, donde se convirtió en el primer estudiante africano en inscribirse, graduarse y conseguir un doctorado en el prestigioso Berklee College of Music de Berklee. En 1969 regresó a Adís Abeba, donde con la fusión del jazz, la música latina y la música tradicional etíope creó un nuevo y deslumbrante estilo: el ethio-jazz.

Compositor, multiinstrumentista, arreglista, investigador, director y profesor, la carrera de Astatke ha sido larga, fructífera y colmada de grandes éxitos y colaboraciones con otros grandes del jazz, como Duke Ellington. Después de sus primeros y célebres discos de los años 70 y de numerosas actuaciones internacionales, a finales de los 90 volvió a relanzar su carrera con la serie de discos Ethiopiques.

Su música se fue expandiendo aún más a raíz de participar con siete temas en la banda sonora de la película Flores rotas (2005) de Jim Jarmusch y de las películas Little Heaven (2011) y Town of Runners (2012), y sobre todo, de su reconocimiento por multitud de jóvenes artistas que se han inspirado en su música y versionado sus canciones.

Durante estos últimos años, Mulatu ha seguido actuando en los grandes festivales de jazz de todo el mundo, con una poderosa banda y una espectacular puesta en escena, difundiendo su reconocible, elegante y envolvente estilo musical. Su primera actuación en el Festival Jazz en la Costa al frente de una gran banda el miércoles 20 será irrepetible.

-Trabajó para Duke Ellington ¿qué recuerda de aquel contacto con aquel mito?

-Siempre le había admirado y había estudiado su música junto a la de los grandes del jazz. Era una persona de fácil trato y una gran compañía, un auténtico caballero. Fui asignado para cuidar y ocuparme de él durante su viaje a Etiopía y demostró un gran interés por nuestros instrumentos tradicionales. Tuvimos la oportunidad de tocar juntos informalmente durante el viaje. Su banda tocaba un arreglo especial que yo había escrito para una de mis canciones de los años 60’s, y este detalle siempre quedará como uno de mis mejores recuerdos.

-¿Por qué Jazz etíope? ¿Qué le diferencia del jazz de otros puntos del planeta?

-Etiopía es un país culturalmente muy rico. Se hablan alrededor de 80 idiomas diferentes. También hasta los años sesenta no había instrumentos europeos en Etiopía, lo que permitió mantener una identidad propia, tocábamos nuestros propios instrumentos, como la bagena, de diez cuerdas similar a la lira, y en diferentes partes del país encontrarás instrumentos completamente diferentes y los músicos que los tocaban no escuchaban las escalas tonales occidentales. Etiopía ha contribuido al desarrollo de la música en todo el mundo, y las raíces se encuentran dentro de las diferentes tribus. La mayoría de los sonidos provienen de esta gente, gente de los montes. El Ethio-Jazz tiene una larga tradición, pero es importante para mí enfatizar que proviene del panorama musical y cultural increíblemente diverso que tiene Etiopía.

-¿Y a usted cómo se le ocurrió mezclar ambos mundos?

-Tuve un profesor que insistía en decirnos ‘sé tú mismo’. Estudiábamos mucho a John Coltrane, Miles Davis, Duke Ellington y Gil Evans. Y mientras analizaba a estos músicos me preguntaba: ‘¿Cómo ellos han podido ser ellos mismos?’ Y al mismo tiempo también ‘¿Cómo puedo hacerlo yo?’ La historia de la música te enseña la importancia de tener en cuenta las raíces más populares de los ritmos, en la clásica ha sucedido, y mucho más el jazz, y así en Nueva York tuve la posibilidad de buscar los encuentros entre las escalas nuestras y las occidentales, fue como nació el ‘Ethio-Jazz’: ¡me convertí en mí mismo!

- Sin duda, y más recientemente, el director de cine Jim Jarmusch ha contribuido a difundir su música ¿cómo se conocieron? 

-Fue en Nueva York, en 2004, después de una actuación Jim vino al camerino y me dijo que le había gustado mucho el concierto. Me trajo unos discos para firmar y me dijo que quería usar mi música en algún momento. Unos meses después su equipo me llamó, tanto interés tenía que añadieron a un personaje etíope para que mi música pudiera encajar mejor en la película. Se vio en todo el mundo y me permitió ser más conocido, le estoy muy agradecido.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios