Música de la calle y para la calle

Son muchos los grupos que distribuyen gratuitamente sus trabajos a través de Internet, como una forma de acercarse a su público

Miguel Navas Granada

13 de septiembre 2015 - 05:00

Es el dilema de siempre. Internet en general y las redes sociales en particular tienen multitud de incovenientes, pero también infinidad de ventajas. Una de ellas es que permite evitar a los intermediarios y que sean los artistas (músicos, cineastas, pintores,...) quienes distribuyan sus creaciones libremente. Son así muchos los que reniegan de las grandes compañías y optan por utilizar las plataformas digitales (YouTube, Streamclound, Tumblr...) para darse a conocer, consiguiendo además librarse de las restricciones que en muchas ocasiones imponen las multinacionales.

Los Burlaos, el grupo en el que milita Eduardo García, más conocido como Dudu, es el caso más reciente de un grupo que salta a la fama gracias a Internet, pero la tradición viene de lejos, basta recordar que Justin Bieber o, sin salir de España, Pablo Alborán comenzaron sus carreras artísticas en YouTube, antes de ser fichados por un sello musical de prestigio. Pero no son los únicos. Parafraseando el refrán, ancha es la Red y bajo ella se cobijan multitud de artistas que suben a ella sus obras, muchos a la espera de que la fama llame a la puerta, otros por siempre diversión o porque saben que allí son libres para decir o hacer lo que quieran, sin miedo a las consecuencias que puedan llegar.

El rap es, quizá, el género que más se presta a esto. Pese a contar con una larga trayectoria en España (es casi unánime la idea de que llegó a nuestro país en los años 80 gracias a las bases militares estadounidenses ubicadas en terreno español), todavía no cuenta con el respaldo social ni empresarial del que sí disfrutan otros géneros. Motivo por el cual, muchos jóvenes comienzan a grabar sus temas y colgarlos en YouTube, sustituyendo así las maquetas tradicionales; mientras que otros, tras el desengaño con algunas compañías regresan a Internet y la autoedición, tal es el caso del sevillano Jotandjota, que tras firmar con BoaMusic para publicar su primer LP, Sincericidio (2012), dejó el sello para abordar un crowdfunding con el que financiar, Parker, su segundo, y de momento último, álbum.

La idea para emprender este camino en solitario no era otra que poder controlar todos los aspectos de la creación del disco, desde la venta (a través de su página web) hasta los conciertos, pasando por la realización de los diferentes videoclips.

Como él, son muchos los que viven, artísticamente, en las plataformas digitales, ya sea por un motivo u otro. Aquí se reseñan algunos, pocos si los comparamos con la totalidad que existen en las entrañas de las plataformas digitales, pero quizá los más significativos, los que, aunque pequeño, se han hecho un hueco dentro del competititvo panorama nacional, especialmente duro cuando hablamos de rap y hip-hop.

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