Todas las previsiones apuntaban a que la gran protagonista de la  30 edición de los Premios Goya sería la luna lorquiana que sobrevuela La Novia, la película dirigida por Paula Ortiz que vivió su preestreno en el Centro Lorca y que partía con doce  nominaciones. Al final fue Truman, de Cesc Gay, la ganadora a los puntos, con los premios a la Mejor Película y al Mejor Director.   Pero fue también la noche de la actriz granadina -aunque nacida en Linares- Natalia de Molina, que optaba en su meteórica carrera al Goya a la Mejor Actriz por Techo y comida, tras hacerse en 2014 con el de actriz revelación por Viajar es fácil con los ojos cerrados. La competencia por el premio, con Penélope Cruz y Juliette Binoche, hacía que estar como nominada ya fuera un gran éxito. Así que cuando sonó su nombre se subió al escenario a recoger la estatuilla sin pisar casi el suelo. "¿Esto es de verdad, me están pasando cosas de película... Yo venía contenta sólo porque iba a ver a Juliette Binoche. Todas hemos ganado por los personajes que hemos interpretado, creo que el cine también gana cuando se le da espacio a las mujeres, si algo tenemos en común todos los que estamos aquí es que amamos el cine (...) Tengo  que darle las gracias al director de la película, Juan Miguel del Castillo, mira qué regalo me has hecho, cualquier actriz hubiera dado todo por  trabajar a tus órdenes, porque permites ser libre y sin filtros", dijo la actriz visiblemente emocionada. 

La reducida cosecha de La Novia comenzó con el galardón a la Mejor Fotografía, quizás el premio que tenía más seguro por el cuidado trabajo de Miguel Ángel Amoedo.  Siguió Luisa Gavasa, nominada y premiada por primera vez como Actriz de Reparto. "Si Lorca hubiera podido ver esta película hubiera flipado con una de las mejores interpretaciones de sus personajes", piropeó Rovira a Inma Cuesta, que se quedó en blanco. "Lorca, la ballena asesina", se permitió decir el showman con un toque de surrealismo que hubiera firmado el propio Dalí. 

Un día perfecto, rodada en el Parque Natural de Sierra Nevada y en las Minas de Alquife, se alzó con el Mejor Guión Adaptado para Fernando León de Aranoa, también director de la cinta. Con la participación de numerosos extras de la ciudad , el rodaje  permitió que Tim Robbins y Benicio del Toro se empaparan de las delicias gastronómicas de Granada.

Además de los artistas, los grandes protagonistas de la noche fueron los políticos, en este caso Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y  Pablo Iglesias (Podemos), que sorprendió con un esmoquin que revolucionó las redes sociales,  después de aparecer en las últimas semanas en mangas de camisa y vaqueros junto al rey Felipe VI en la ronda de consultas con los partidos políticos encaminada a buscar un candidato a la investidura como presidente del Gobierno. Pero el presentador, Dani Rovira, no se amilanó a la hora del tradicional 'fustigamiento' a los partidos políticos y afirmó que  "en ningún debate electoral" previo a los comicios de diciembre se habló de cultura. Aunque afinó para señalar directamente al protagonista de los dardos en las últimas galas. "Yo entiendo que no se baje el IVA cultural. Un ejemplo, si no bajan el IVA de un yate, a mi me da igual porque no tengo yate. Pues lo mismo le pasa a Montoro con la cultura", señaló sobre el  ministro de Hacienda. Otro dardo al PP, después de repasar los recortes del Gobierno. Se dirigió a Pedro Casablanc, que interpreta a Luis Bárcenas en B: "Si no te dan el Goya te llamaré esta noche y te diré: Pedro, sé fuerte". El representante del Gobierno en la gala fue el  ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de  Vigo, quien aseguró que cuando le preguntan por el IVA siempre contesta: "La cultura no es mercantilista, lo que nos importa de la cultura es disfrutar".  El líder socialista Pedro Sánchez, que optó por el sport y se dejó la corbata en casa,  no quiso hablar del proceso de formación de Gobierno pero sí aseguró que si al final lo logran habrá ministerio de Cultura y se comprometió a bajar el IVA cultural del 21 al 10 %. ¿Será la noche del Pacto de los Goya?

Uno de los momentos más emotivos llegó con el Goya de Honor a Mariano Ozores, autor de 96 películas como Los bingueros o Es peligroso casarse a los 60, que hizo que todos los presentes se levantaran de sus asientos para rendir un caluroso homenaje a un director cuya gran pretensión siempre ha sido divertir al público. También se llevó su ovación Joan Manuel Serrat, que interpretó, como no podía ser de otra manea, Los fantasmas del Roxy, esa canción-protesta por el cierre de un cine barcelonés.