Natalia de Molina tiene 23 años y todavía, cuando pasa por la calle y ve un póster de la película Vivir es fácil con los ojos cerrados, se sorprende de verse junto a Javier Cámara como protagonista. Nominada como Actriz Revelación para los Premios Goya 2014, nació en Linares pero se trasladó siendo casi un bebé a Granada. "Mis primeros recuerdos son aquí , con la nieve, haciendo muñecos. Si me preguntan de dónde soy, digo 'de Graná', y luego especifico 'pero nací en Linares. Mi casa la tengo allí, así que sí, me siento granadina", explica la intérprete que vivió un sueño cuando David Trueba la eligió para meterse en la piel de Belén y, de paso, en la estética setentera de la película, con pantalones verdes de 'cuello alto' a bordo de un Seat 850.

En la película, Javier Cámara es un profesor que utiliza las canciones de The Beatles para enseñar inglés en la España de 1966. Cuando se entera de que su ídolo John Lennon está en Almería rodando una película, decide viajar hasta allí para conocerle. En su ruta recoge a Belén (Natalia de Molina), una joven de 21 que aparenta estar también escapando de algo. Sobre su compañero de planos, la actriz asegura que, antes de conocerlo, sentía mucha inseguridad y pensaba: "Dios, ¿qué hago yo aquí? No tengo ni idea de nada. Qué vergüenza". "Pero desde el minuto uno con él era todo tan sencillo… Es muy generoso. Este trabajo es de equipo, no estás tú sólo. Creo que creamos una química muy buena que se respira en la película", continúa.

Respecto a cómo se hizo con el papel, De Molina confiesa que, en principio, Trueba la descartó porque hizo la prueba para la cinta con acento castellano y hasta que no le preguntó de dónde era y sacó el andaluz, ya en una segunda cita, no se hizo con el papel. "Si yo llego a saber desde el principio que el personaje de Belén era andaluz le habría puesto nuestro maravilloso acento desde el principio. Lo hice en castellano neutro porque aquí son muy pesados con eso, pero yo creo que lo bonito y lo más real de España es esa mezcla de gentes y acentos que hay", explica.

Sobre el director y escritor, la actriz lo califica directamente como "un sabio". "Es una persona muy tranquila, sabe qué quiere y ama lo que hace, de ahí viene su dulzura, del amor que le pone a las cosas. Ha hecho la película que ha querido y yo le voy a estar eternamente agradecida por haberme dado esta oportunidad", concluye Natalia de Molina, una granadina de vocación que será una de las estrellas de la alfombra roja de la próxima ceremonia de los Goya.