'Náufragos' con salvavidas
El nuevo disco de Niños Mutantes ve hoy la luz lleno de canciones optimistas para sobrevivir en los malos tiempos
Niños Mutantes. Ernie Records. 2012
Náufragos, sí, pero de los que se agarran con fuerza a la tabla que flota, no de los que se hunden hasta el fondo del mar. Y es que si ante "todo lo que está pasando" es imposible quedarse cruzado de brazos, mucho mejor apostar "por plantarle cara a la realidad" que dejar pasar la vida hurgando en las heridas. Ése es el espíritu enérgico con el que Niños Mutantes emprenden hoy nueva aventura, la de un disco -y ya van ocho- cargado, pese a todo, de mensajes optimistas y canciones luminosas.
Náufragos (Ernie Records, 2012) retoma la esencia de los mejores Mutantes, esos que convirtieron hace algo más de un año una canción como Errante en un pequeño gran himno en este mundo loco de la música. Los granadinos están en su momento más dulce, y ése es el motor que les da "alas" para seguir en busca de la mejor canción posible. "La recepción del público y de la crítica de un disco como Las noches de insomnio nos dio mucha energía para este trabajo. Pero no solo eso, sino que vernos crecer a nosotros mismos como músicos y ver que podíamos andar por caminos que no teníamos demasiado transitados para construir canciones con más riqueza que antes nos ha dado muchísima fuerza", explica Juan Alberto Martínez, cantante de la banda, quien confiesa que todo el proceso de grabación de este Náufragos estuvo bastante condicionado por su anterior álbum: "Las noches de insomnio nos fue realmente bien, tanto que era nuestro techo a todos los niveles, tanto de público como en lo artístico. A este disco llegamos con un poco de miedo de no estar a la altura del anterior y eso ha sido bueno porque nos ha hecho trabajar más duro que nunca, nos ha hecho revisar todas las canciones, no darlas por finalizadas ni terminadas nunca y, hasta la última fase de la grabación, se han ido incorporando ideas".
El resultado de tanto trabajo ha sido un total de doce temas en los que hay cabida para explorar más en profundidad sonidos que ya habían sido esbozados en el pasado y romper con viejos prejuicios que les frenaban sus ganas de hacer canciones más alegres. "Ahora da la impresión de que, si no todo, muchas cosas se están hundiendo a nuestro alrededor, y también nosotros hemos tenido incluso nuestros pequeños hundimientos. Así que, precisamente por eso, no nos apetecía hacer un disco en el que nos dedicásemos a decir lo mal que está todo, sino que preferíamos canciones con más luz, canciones salvavidas que no incidan en el drama o en lo oscuro. Antes creíamos que la música más alegre era una música más banal, con mensajes más superficiales, porque relacionábamos la música de más calidad, la hecha con las entrañas, con los tintes más oscuros. Lo bueno es que hemos aprendido que se puede hacer música luminosa sin decir tonterías".
Y lo mejor es que, entre tantas ganas de irradiar luz, en este Náufragos hay también sitio para la rabia por todo lo que sucede en el mundo y para decir las cosas por su nombre; tanto que lo mismo arremeten contra los bancos y quienes los gestionan que se regocijan en pensar cómo ardería alguien en el infierno. Es el caso de temas como Caerán los bancos o El infierno, que están inevitablemente influenciados por todo lo que rodea a esta gran familia Mutante que integra Juan Alberto Martínez junto a Nani Castañeda (batería), Migue Haro (bajo) y Andrés López (guitarra).
"Siempre hemos tenido canciones con un sentido inconformista hacia el mundo que nos rodea, pero quizá antes eran de filosofía barata, pero al fin y al cabo de rechazo de esta forma de vivir, de consumir, de trabajar y estar esclavizado como autómatas. Nuestras quejas ahora son mucho más explícitas, pero porque la cosa está que arde y nosotros también nos estamos quemando", señala el cantante y guitarrista.
Quien desde luego sí que se quema es la protagonista de El infierno, a la que dedican versos como: "Tú que juzgaste a vivos y a muertos/ quémate en el infierno/ pero quémate a fuego lento/ tú que vivías en el lado oscuro/ púdrete en el infierno/ pero púdrete en mucho tiempo". La canción, cuenta, salió de una forma bastante espectacular y casi "del tirón" después de que un Mutante llegase al ensayo "con un hundimiento y una pequeña tragedia personal" que dejó al resto tan impactados que se pusieron a tocar con rabia y creando directamente la canción. Y es que una de las características de este disco es que todo está hecho "mucho más entre los cuatro".
"Yo antes llevaba los bocetos de las canciones mucho más definidos que en este disco, en el que hemos trabajado todos a partir de ideas muy esquemáticas que hemos ido haciendo grandes", explica Martínez. Claro que eso tiene sus contrapartidas, y este Náufragos pasará a la intrahistoria Mutante como el disco con "más broncas y discusiones" por cada detalle de las canciones que recuerdan. Precisamente, fue el tema que da nombre al álbum el que más cambió; hasta "unas veinte o treinta veces" se dio una vuelta de tuerca a la estructura con el fin de "ordenar el puzzle" de palabras y sonidos con el que contaban. Algo parecido les había pasado con Errante, una canción cuyo estribillo nació dos años antes que vieran la luz sus estrofas.
El miedo es otra de esas canciones de este álbum que se cuela hasta las entrañas y, aunque habla de "una emoción muy íntima pero a la vez muy universal", musicalmente puede entenderse como la continuación de un camino que ya habían dibujado en el disco anterior, con sonidos fronterizos de guitarras y silbidos de las trompetas. El trabajo con las percusiones en este álbum ha sido una de las apuestas en firme ya que, si en otras ocasiones siempre se habían decantado por los arreglos con voces y guitarras, en Náufragos han descubierto lo bien que casan con ellos los elementos de percusión.
En ese punto es cuando empiezan a cobrar protagonismo el largo listado de invitados/amigos que asoman su música por Náufragos. Antonio Lomas (Lori Meyers y Grupo de Expertos Solynieve) y Zeque Olmo (Eskorzo y Son de Nadie) a esas percusiones que con tanta fuerza suenan, Banin Fraile (Los Planetas y Los Pilotos) con los sintetizadores, Raúl Bernal (Jean Paul) al piano y Jimmy García (Eskorzo) a la trompeta se reunieron en una grabación para la que han vuelto a confiar en el dream team que forman José Antonio Sánchez y Karlos Díaz a los mandos en los estudios de la Alpujarra de Producciones Peligrosas.
La banda aún saborea todo lo bueno que le trajo la celebración de sus quince años en la música -"es que llevar quince años juntos y ocho discos tal y como están las cosas es más que motivo de celebración", afirma contento Martínez- y aseguran que aquel concierto en el Teatro Alhambra rodeados de amigos y que se editó en DVD les sirvió, sobre todo, para "tomar conciencia" de que se les quiere.
Por aquel entonces, cuando empezaban, la sintonía entre los grupos más jóvenes de la ciudad distaba mucho de ser tan buena como la que se da ahora entre todos y posiblemente habrían puesto "cara rara" al escuchar algunas de sus canciones: "Lo bueno de llevar este tiempo tocando es que hemos aprendido muchas cosas y aprovechamos más todas las posibilidades. Antes estábamos mucho más encorsetados por nuestras limitaciones como músicos y por nuestras limitaciones mentales; éramos indies militantes, nos gustaba la distorsión, el sonido de guitarras... Jamás habríamos pensado que canciones como Querer sin querer o Volverás podían ser nuestras. Ahora somos mucho más abiertos de miras y nos divierte más meternos en horizontes diferentes al nuestro".
El pasado sábado arrancó por todo lo alto en el festival Pura Pasta de Málaga el rodaje en directo de este recientísimo Náufragos, que tiene cerrada una gira de vértigo que "ya se ha quedado corta" y que si ningún naufragio o desastre natural lo impide, tendrá su parada más esperada el próximo 20 de abril en la sala Industrial Copera de Granada.
También te puede interesar
Lo último