Se estrenó simultáneamente en Segovia y Beijing hace apenas una semana y las dos ciudades, cada una en una punta del mundo, acabaron compartiendo la misma fascinación por todas las disparatadas locuras de las que El Barón de Munchaussen era capaz. Crueles batallas que se ganan a lomos de una inmensa bala de cañón, paseos por la Luna o expediciones al interior del vientre de una ballena entrarán de lleno esta noche en el Centro Medina Elvira de Atarfe de la mano del Teatro Negro Nacional de Praga, una compañía con una forma única y radicalmente diferente de entender las artes escénicas.

Para El Barón de Munchaussen, el Teatro Negro de Praga vuelve a no decir ni una palabra (tan sólo la voz en off del actor Paco Plaza como narrador en momentos muy puntuales) y a realizar un auténtico despliegue de música, imágenes y efectos visuales imposibles para cualquier otra compañía. "Me gusta poder trabajar siempre con espectáculos que se puedan abrir fácilmente a la fantasía y que me permitan entrar en mundos escénicos muy diferentes y jugar con todos los trucos que se me ocurran", explica el director de la compañía, Pavel Marek. Con esas premisas, pocos textos podrían haber respondido mejor que la novela escrita por K. Bürger acerca de las aventuras del llamado 'Rey de los Locos' y que hasta Woody Allen no se pudo resistir de llevarlas a la gran pantalla.

Con un total de 14 actores que recorren todo el mundo con sus espectáculos, el Teatro Negro de Praga lleva décadas dándole la vuelta a la esencia misma del teatro. Juegos de luces, películas de dibujos animados y ficción que se proyectan sobre el grueso telón negro con el fin de crear escenarios diferentes y hasta máquinas especiales que hacen que volar parezca un juego de niños son sólo parte de la magia: "Todas las aventuras de El Barón de Munchaussen son espectaculares hasta para nosotros. Queríamos hacer una comedia para que la gente pueda enfrentarse con buen humor y muchas sonrisas a la una época tan dura como ésta. Los problemas están ahí, pero proponemos entrar en un mundo de fantasía que permita evadirse y dejar cualquier carga fuera".

¿Y todo sin decir ni una palabra? "La música, los gestos y todos los elementos visuales van creando una atmósfera perfecta. Todo eso sí que forma un lenguaje internacional perfecto. A España ya hemos traído 16 espectáculos y lo que más nos apetece es seguir haciéndolo en el futuro", apunta Marek.

Desde su fundación después de la 'Revolución del Terciopelo', el Teatro Negro de Praga ha recorrido los escenarios más exigentes de todo el mundo con sus propuestas, que van desde una versión de Alicia en el País de las Maravillas, una representación del cuadro El jardín de las delicias de El Bosco o este nuevo acercamiento a Las locas aventuras del Barón Munchaussen.