Mujeres al poder

Las compositoras conquistan por fin el Auditorio Manuel de Falla

  • La OCG, dirigida por Catherine Larsen-Maguire, dedicará su concierto del viernes a Fanny Cecilie Mendelssohn, Clara Schumann y Louise Farrenc

Louise Farrenc, en una ilustración.

Louise Farrenc, en una ilustración. / Biblioteca Nacional de Francia

Compositora, virtuosa del piano y profesora, Louise Farrenc brillo por sí sola en una época -el siglo XIX- donde la mujer era invisible en el campo de las artes -en todos en general- y estaba relegada a las obligaciones familiares. La artista francesa atesoró un catálogo de 51 obras numeradas, entre las cuales destacan sus tres sinfonías. Una de ellas se podrá escuchar este viernes a las 20:30 en el Auditorio Manuel de Falla.

La OCG, dirigida por Catherine Larsen-Maguire, dedicará su cuatro concierto de temporada a la propia Farrenc, Fanny Cecilie Mendelssohn y Clara Schumann. Las tres mujeres, todas ellas compositoras de música clásica, conquistarán por fin el espacio granadino con la ayuda de la orquesta, la directora británica y el pianista armenio Levon Avagyan.

Bajo el título Desde el silencio, la formación interpretará Obertura en Do mayor de Fanny Cecilie Mendelssohn; Concierto para piano y orquesta en La menor, op. 7 de Clara Schumann; y Sinfonía núm. 3 en Sol menor, op. 36 de Farrenc. El recital cuenta con la colaboración de la Fundación Jesús Serra y el Concurso de Música María Canals de Barcelona, cuyo ganador en la edición 2017, Abagyan, será el intérprete protagonista del Concierto para piano de Clara Schumann.

"Alguna vez creí que tenía talento creativo, pero he renunciado a esta idea; una mujer no debe desear componer. Ninguna ha sido capaz de hacerlo, así que ¿por qué podría esperarlo yo?", se preguntaba a sí misma Clara Wieck -hoy conocida por el apellido del que fuera su marido, el ilustre Robert Schumann-. Lo que probablemente desconocía era cómo de erradas estaban sus palabras. No solo ella fue capaz de componer su propio repertorio, sino que a menudo copió, corrigió, completó e interpretó gran parte de la producción de su cónyuge.

Desde la Edad Media hasta la actualidad, la historia está llena de compositoras, a pesar de que la mayoría de estos nombres, una mínima parte de los que fueron en realidad y que no cabrían en un programa de tan pequeñas características, han pasado desapercibidos. Ni la historia, ni la crítica, ni tampoco la enseñanza se han ocupado de ellos.

Sin embargo, como todas ellas demuestran, fueron muchas las mujeres que antes y después de Fanny, Clara y Louise se sobrepusieron a un entorno que negaba su creatividad. Hoy no solo debemos reconocer su trayectoria musical a través de la puesta en escena de su legado, sino también la revolución personal y social que implicó cada una de sus historias.

De las notas al programa de Elsa Calero

El programa se abre con Fanny Cecilie Mendelssohn-Hensel, quien inició sus estudios en la música de la mano de C. F. Zelter. Junto a su maestro descubrió la música de J. S. Bach, compositor que influyó de manera determinante en su obra. Siguiendo los preceptos bachianos la música de Mendelssohn-Hensel plantea una mayor flexibilidad en el uso de las reglas de composición de su época.

Sin embargo, debido a la presión social del contexto en que vivía, se vio en parte obligada a reducir su ámbito compositivo a la música de salón, género al que se consagró con la escritura de incontables ciclos de lieder. También desarrolló el género del cuarteto de cuerda, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en componer para este conjunto, tal y como demuestra la Obertura en Do mayor (ca. 1830) que se escuchará este viernes.

La segunda autora de la noche es Clara Wieck (Clara Schumann), pianista y compositora que desarrolló una brillante carrera como intérprete, debutando en Leipzig a la edad de nueve años. Su padre, desde una perspectiva extremadamente conservadora y estricta le procuró formación en piano, violín, teoría musical, armonía, orquestación y contrapunto.

A pesar de que el perfil compositor-pianista estaba bien considerado por aquel entonces, Clara abandonó la composición-interpretación de sus piezas en favor de las de su marido, Robert Schumann, quien debido a las lesiones físicas que sufría en las manos no podía presentar públicamente sus piezas. Clara se convirtió así en la herramienta indispensable de su marido compositor, ya que solo a través de ella él era capaz de escuchar cuanto componía. También recayó sobre ella la tarea de ordenar, reunir, corregir y editar la obra de Schumann.

El protagonismo de la última parte del concierto corresponde a Louise Farrenc, compositora, pianista y profesora que comenzó sus estudios de piano con Anne Soria, para continuar completando su formación con Muzio Clementi, Antoine Reicha, Ignaz Moscheles y Johann Nepomuk Hummel. En 1821 se casó con Aristide Farrenc (1794-1865), quien contrariamente a la idiosincrasia de la época, no solo animó a su esposa a continuar con su labor de compositora, sino que además fue él quien se encargó de editar su obra.

Su catálogo abarca 51 obras en las que se aprecian los diferentes estadios madurativos de su técnica. La Sinfonía núm. 3 en Sol menor, op. 36 (1847) forma parte del repertorio orquestal de su etapa de madurez. Esta pieza se ha convertido en la más interpretada de su repertorio.

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