"La OCG tendrá equilibrio en sus cuentas en 2018"
Alicia Pire. Gerente de la OCG
La Orquesta Ciudad de Granada se enfrenta a una temporada en la que los músicos recuperan gran parte de su salario anterior a la crisis y se aumenta la inversión en costes artísticos.
Alicia Pire pasó de una multinacional farmacéutica alemana a la gerencia de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG), de las grandes cifras a los números rojos. Llegó en mayo de 2013 con la orquesta en el momento más crítico de su historia y asfixiada por las deudas. Logró cortar la hemorragia y ahora tiene en el horizonte 2018 como el año en el que la formación alcanzará por fin el equilibrio presupuestario.
-¿Cómo se presenta la nueva temporada?
-Creo que las últimas temporadas vamos in crescendo, saliendo de la crisis económica y emocional en la que estábamos. Poco a poco estamos aumentando la inversión en costes artísticos en la temporada, porque las primeras prioridades fueron pagar las deudas más importantes, rebajar el tiempo de pago a proveedores y recuperar el nivel salarial de los trabajadores que habían hecho el gran esfuerzo de bajarse el sueldo. El descuelgue del convenio ya ha finalizado, en esta temporada ya estamos cobrando el salario anterior y en los próximos años está previsto recuperar una paga extra.
-¿Cómo han conseguido 'normalizar' la situación financiera si las instituciones no suben sus aportaciones a la orquesta?
-Estamos intentando aumentar los patrocinios, pero lo importante es reducir deuda y costes. Del 2010 al 2014 se rebajó un 40% la aportación pública y sólo se ha recuperado un 7% de la aportación de la Junta de Andalucía. Hay un compromiso para ir abonando a los trabajadores las pagas atrasadas y estamos negociando para que sea posible a partir del próximo año. El Ayuntamiento y la Diputación han estado realizando unas aportaciones extraordinarias en los últimos años, en el caso del Consistorio a costa de la deuda histórica que mantenía con la orquesta.
-De esta deuda histórica, que se llegó a cifrar en 800.000 euros, ¿cuándo dinero falta por amortizar?
-Este año se acaba de pagar esta deuda y la intención del Ayuntamiento es consolidar esta aportación extraordinaria, que ha sido en torno a 160.000 y 100.000 euros dependiendo del año. La idea es que esto acabe siendo una aportación ordinaria y la intención es que la Junta también suba su aportación ordinaria. Estamos negociando con ellos.
-El cambio en el tipo de financiación de la Junta, que pasó de ser una aportación directa a un modelo en el que había que justificar primero los gastos para recibir el dinero, hizo correr ríos de tinta porque se decía que ponía en riesgo la continuidad de la orquesta. ¿El fallo del Tribunal Supremo en el que insta a la Junta a volver al anterior modelo se ha empezado a cumplir?
-Hay una promesa verbal de que se va a cumplir la sentencia. La Consejería de Cultura siempre quiso cambiar el sistema porque era algo que se le impuso. Ahora parece que las aguas están mal calmadas y que ya existe la autorización por parte de la Consejería de Hacienda para que las aportaciones vuelvan a ser directas.
-El convenio colectivo de la orquesta expiró en 2009 y hasta la fecha no se ha negociado uno nuevo porque en este contexto tendría que ser a baja. ¿Tiene previsto retomar esta negociación?
-Estamos comenzando a hablar, hay temas como revisar el reglamento del funcionamiento de la orquesta que quizás no tiene que ver con el convenio colectivo. El convenio se está cumpliendo excepto algunos temas de revisión salarial
-¿Las protestas de los músicos en la calle o el reparto de octavillas alertando de la posible desaparición de la OCG son ya un mal sueño?
-Cuando entré en la orquesta estábamos en una situación que, de haber sido una empresa, hubiese tenido causa de disolución. En ese momento teníamos una gran deuda con Hacienda, pero no nos podía embargar porque éramos una institución publica, pero sí que llegaron a bloquear los pagos de la Junta de Andalucía. Eso ya era suficiente desastre, eran casi la mitad de nuestros ingresos. Seguimos recibiendo la aportación del Ayuntamiento y en agosto de ese año conseguimos negociar con el fisco, para lo que hizo falta que Diputación pagara en nuestro nombre ese trimestre de Hacienda. Con esa ingeniería se llegó a un acuerdo para pagar en dos años y medio los 900.000 euros que teníamos de deuda, se negoció también con la Seguridad Social y terminamos de pagar en 2018, además de ir liquidando todos los créditos que estaban pendientes. Todo esto hace que en 2018 llegaremos al equilibrio financiero.
-¿La OCG vuelve a ser viable?
-Sí, mientras las instituciones consorciadas quieran y mientras no llegue otra crisis porque la OCG se mantiene con un 80% de aportaciones públicas. Eso pasa en todas las orquestas españolas que son públicas, pero la OCG no cuesta tanto dinero teniendo en cuenta lo que aporta. Es una institución de difusión cultural y, sobre todo, se caracteriza por su labor educativa, tanto en Granada como en las provincias limítrofes.
-Juan García Montero, concejal del PP, denunció que se iba a suprimir el gran concierto inaugural en la Plaza de Toros. Al día siguiente aclararon desde la orquesta que este evento se traslada a primavera. ¿Por qué se cambia de fecha la gran fiesta popular de la OCG?
-No podemos evitar que se haga política con los asuntos culturales. Por una parte quiero remarcar que, cuando llegué, con mayoría absoluta del PP, había un consenso absoluto en torno a la orquesta. En aquel momento se daban todas las circunstancias para haberla liquidado y ahorrarse ese dinero. Y es cierto que el Ayuntamiento mostró un apoyo importante en aquel momento, porque además de su aportación extraordinaria carga con lo que supone mantener el Auditorio Manuel de Falla. El cambio político en esta legislatura no ha supuesto ningún cambio en este sentido. Además, el alcalde Paco Cuenca tiene un compromiso personal con la orquesta, además de que todos los grupos políticos del Ayuntamiento siempre han mostrado su apoyo.
-¿La adscripción de la OCG al Ayuntamiento ha supuesto que la gestión sea más engorrosa?
-Es muy difícil a nivel de contabilidad. Nosotros tenemos un presupuesto para el año físico, pero nuestra actividad va por temporadas. Estar en una contabilidad municipal, que tiene además un presupuesto prorrogado, es una dificultad, porque nosotros funcionábamos antes con una contabilidad casi de empresa privada, como una asociación sin ánimo de lucro. Con la adscripción tenemos una intervención previa del Ayuntamiento. Por ejemplo, para pagar 20 euros tiene que haber un papeleo en el que tiene que firmar la interventora, la gerente y el alcalde que además es el presidente del Consorcio. Es engorroso, pero para mí es fundamental la transparencia porque así no hay duda de nada, es la interventora la que tiene la última palabra. Volviendo a su pregunta, un concierto en la Plaza de Toros cuesta 60.000 euros y es muy complicado hacerlo gratuito. Pero se hará en primavera, con lo que además nos dará más tiempo para buscar recursos.
-Andrea Marcon, el director artístico de la OCG, cumple este año su contrato. ¿Va a renovar su compromiso?
-Ya hemos comenzado a hablar para renovar su contrato. Marcon nos ha ayudado a salir del bache emocional y, en lo artístico, nos ha guiado por senderos muy seguros e interesantes con su apuesta por la música antigua. Nos hemos afianzado como una orquesta especialista en este terreno. Andrea es muy latino, muy cariñoso y muestra un gran amor por la orquesta. Ha tenido mucha paciencia, cuando entró estuvo más de un año sin cobrar y le hemos estado pagando con retraso.
-Marcon lleva tiempo reclamando ser, además de director artístico, el director titular de la OCG, igual que en su momento Salvador Mas o Josep Pons. ¿Es posible volver a este modelo?
-Es mi intención, pero depende de los músicos que han optado por este modelo. Yo creo que es importante, pero las orquestas realizan un tipo de actividad que implica tener al personal muy motivado y de acuerdo en la línea, no se puede imponer nada porque los que tocan son ellos.
-¿Tanto poder tienen los músicos de la orquesta?
-Se toma de una forma peyorativa, pero es que no se entiende bien. Ellos tienen que estar de acuerdo con el proyecto artístico. Yo vengo del ámbito de los recursos humanos y del sector farmacéutico, he trabajado en multinacionales alemanas 20 años de mi vida. En estas empresas la dirección de recursos humanos busca tener al personal de acuerdo con la línea de la empresa, porque cuando tienes a dos premios Nobel trabajando en tu empresa no puedes convencerlos de otra manera. Cuando yo entré en la orquesta intenté aplicar esto. Es verdad que la orquesta es de los músicos, nos bajamos el sueldo un 15% y trabajamos un 25% más. ¿Cómo se consigue esto? Estando todos de acuerdo porque sin un buen ambiente la orquesta no funciona.
-¿La OCG está en el camino de convertirse en la orquesta de Andalucía Oriental?
-En el plano educativo ya lo es, más de 35.000 personas pasan por nuestros proyectos didácticos, la mitad de nuestro público objetivo. No son sólo conciertos para niños, también están los conciertos familiares, una apuesta que este año tiene como novedad unos talleres previos a las actuaciones que se harán en el Centro Lorca. Apostamos por proyectos educativos propios que exportamos, caso del Concierto para clown y orquesta, que este año se va a realizar en Córdoba y Extremadura. Somos el departamento didáctico más antiguo de España, y eso abarca también a las jóvenes academias. Tenemos la Joven Academia, una forma de captar valores y unirse a la OCG ahora que estamos volviendo a ofrecer plazas interinas. Las mejores orquestas de Europa están llenas de músicos granadinos y eso parte de proyectos como este.
-¿Cómo surge el nuevo proyecto de la Joven Academia Vocal?
-Granada, en el ratio de coro por habitante, es una de las primeras ciudades de España. Aunque no tenemos teatro de la ópera sí contamos con una tradición coral importante. El Coro de la OCG, aunque sea amateur, cuenta con diez años de experiencia y, de hecho, La Caixa contrata este año a nuestro coro para el Mesías participativo de Murcia. Apostamos porque, en cada trimestre, al menos una actuación de la OCG cuente con esta formación. Y el I Concurso Internacional de Ópera Mozart de Granada ha sido un éxito en todos los sentidos.
-Este evento se ha movido especialmente bien en las redes sociales. ¿Es una apuesta de la OCG?
-Es el primer paso del proyecto La orquesta 2.0, que pretende llevar digitalmente toda nuestra actividad de formación para romper las barreras físicas de que la orquesta sea sólo un proyecto local. Acabamos de actuar en Lisboa y ha sido todo un éxito, pero que te escuchen fuera pasa por tener podcast para llegar a un público que se mueve en otro tipo de lenguaje. La Universidad quiere tener una presencia activa en nuestra web.
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