Para bien o para mal, todo español conoce a Fernando Esteso y Andrés Pajares. El cine de la Transición es imposible entenderlo sin películas como Los bingueros, una cinta que causó sensación en su estreno en 1979, pero que ahora, más de treinta años después, se ha convertido en un recuerdo rancio de nuestra historia fílmica y reconocerte fan del destape es casi sinónimo de rechazo social. Para evitar esto y dejar a los dos actores en el lugar que les corresponde, el profesor Juan José Montijano ha publicado el libro Pajares y Esteso. Tanto monta, monta tanto Andrés como Fernando, un estudio monográfico sobre la carrera de ambos.

-¿Cómo surge la idea de escribir este libro?

-Me parecía muy interesante dedicar un monográfico a Pajares y Esteso por tres razones: por el tirón popular que ambos han tenido, no solo en la carrera cinematográfica sino en la teatral; en segundo lugar porque pertenecen a la cultura popular española; en tercer lugar porque hay que reivindicar dentro de la cinematografía española a tres genios como son Fernando Esteso, Andrés Pajares y Mariano Ozores, porque su cine, su filmografía es considerada como verdaderos testimonios de la época que le tocó vivir.

-El libro está enfocado desde un punto de vista artístico, no hay nada sobre los escándalos de la vida de Pajares y Esteso

-Para mí, una de las cosas fundamentales era eludir totalmente el tema personal, porque a mí como investigador no me interesa, y porque al público admirador de estos dos genios le preocupa cómo comenzaron, cuándo se conocieron, cuándo se separaron,...

-¿Cómo ha sido el proceso de documentación?

-Ellos han sido un campo primordial de documentación, pero también las memorias de Mariano Ozores que debido a su estado de salud no he podido entrevistar personalmente. Además he consultado las hemerotecas de varios periódicos para conocer la información sobre los estrenos de sus trabajos. También hice entrevistas a compañeros como Manolo Cal o María José Nieto. Por desgracia, muchos de los que han trabajado con ellos han fallecido y no han podido participar.

-Es bastante habitual encontrar libros sobre Spielberg, Tarantino,... pero en el cine español no abundan. ¿Viene este libro a arreglar este problema?

-España siempre ha adolecido de estudiar la cultura popular. Afortunadamente ahora hay un "reverdecimiento" de este tipo de actores que si hubieran nacido en Estados Unidos, ya tendrían una estrella en el Paseo de la Fama, desgraciadamente al nacer en España están minusvalorados y despreciados. Si hubieran nacido en Estados Unidos estarían comparados con Austin Castelo o Jerry Luis, aunque salvando las distancias.

-Cuando hablas a alguien de Fernando y Andrés, piensa en el destape. ¿Tienen vida fuera de este género?

-Creo que sí, porque quitando esas películas si hubiera algún productor que se interesase podrían tener mucho tirón. Ellos hicieron un espectáculo cómico-musical, una revista, titulado En vivo, por lo que pueden hacer un género tragico-cómico.

-Y si comenzasen ahora ¿tendrían hueco en la industria?

-Claro que sí, aunque hay que tener en cuenta la situación social. Ver a una mujer desnuda en el cine no tiene el mismo efecto en la década de los 70 que ahora, pero tendrían éxito. La picaresca de los guiones de Mariano Ozores sigue siendo válida.

-Resulta gracioso que podamos ver a Mario Casas sin camiseta, y nos parezca normal, pero nos escandalicemos con el destape.

-Claro, porque Pajares y Esteso representaban al español medio, que siempre ha sido un tipo bajito, peludo y morenito y el público se sentía identificado. Hoy no estamos tan reprimidos en el ámbito sexual y ver a Mario Casas sin camisa nos parece lo más común, cuando no lo es.

-¿Se ha idealizado el cine?

-Desde un punto de vista físico, sí. En las producciones predomina el tipo guapo y atractivo, pero desde un enfoque social, los problemas siguen siendo los mismos que en los años 70.

-Si existen los mismos problemas y cada vez se tiende más al remake y la secuela ¿es posible un Los bingueros 2?

-Se estuvo hablando de hacer una secuela, pero el problema es doble: por un lado, el público de la original no sería el mismo que el de la secuela; y por otro, esa película se hizo con la Ley de juegos recién aprobada, algo que no ocurriría con su segunda parte.

-En La que se avecina, un personaje, Estela Reynolds, no para de repetir que Esteso le "chupó un pezón". ¿Es muestra de hasta donde ha llegado su influencia?

-Efectivamente. Yo tengo alumnos de cuarto de ESO que me dicen que saben quien es Esteso por la serie. Es algo muy bueno porque ha sido un revulsivo para esta gente, ellos mismos reconocieron en la presentación del libro que hay niños que no vieron sus películas, pero que los reconocen por situaciones como esa.

-¿Cuál ha sido la importancia de Pajares y Esteso en el cine?

-Creo que hicieron el cine que les tocó hacer en su época. Igual que si hubieran nacido ahora harían el cine que hacen los actores actuales. Ellos venían de una posguerra, de una transición política y sociocultural, y cuando desaparece la censura y aparecen nuevas leyes como la del divorcio, el cine tenía que reflejar todos esos cambios. Les tocó hacer un cine que reflejaba la problemática sociocultural de la época.

-Su importancia se refleja en cómicos como José Mota.

-Muchos los tienen como referente. El humor de Mota bebe del suyo, salvando la distancia. Crearon una forma de humor muy sana, alejada de chabacanería, se reían de todo, salvo de la religión.

-Eso fue en la Transición, pero ahora en democracia, con más libertad, parece que se ha perdido esa idea de reírse de todo

-Se ha perdido porque pasamos de una época de censura a una de libertad, donde nos da igual todo. Ahora un chiste de una mujer desnuda nos hace gracia, porque sigue siendo humor, pero no es el mismo. Ahora nos reímos de Rato, de la Púnica, pero no es lo mismo. Estamos de vuelta de todo y eso es peligroso, porque cae en el ámbito de la desgana.

-Ocho apellidos vascos es la comedia más vista de la historia, ¿tiene algo que envidiar a las de Pajares y Esteso?

-Ocho apellidos vascos es la comedia de toda la vida, es la españolada del siglo XXI. Dani Rovira gusta porque es un tipo normal, con el que nos podemos sentir identificados, que encarna personajes cercanos.

-Pero Dani Rovira también triunfa porque representa el estereotipo de andaluz gracioso.

-Sí, pero por qué triunfa, porque seguimos encajonando todo. Lo mismo ocurría con Esteso que simbolizaba al español torpón, que quería aprovecharse del resto. Los tópicos no son malos, tenemos que saber venderlos como hace Hollywood con el "american way of life". Me parece increíble que no se le haya dado ningún premio a un director como Mariano Ozores que ha trabajado en tantas películas y, con todos mis respetos, le hayan dado un Goya honorífico a Antonio Banderas.