Perro, ladrador y mordedor, vuelve al lugar del crimen

La última vez que los vimos por aquí fue en octubre de 2014 cuando actuaron en Planta Baja, como harán esta noche, acompañando la presentación del vídeo que hicieron con ellos los muchachos de Milivingroom. Ya habían dejado constancia de su desbordante energía y su personalidad a primeros de ese año, cuando se convirtieron en el fenómeno más comentado del underground de esa temporada gracias al álbum Tiene Bacalao, Tiene Melodía (Miel de Moscas, 2013), convertido en uno de los discos del año por la prensa especializada.

Entonces pudimos comprobar que su mezcla de noise, punk, kraut, electrónica, psicodelia y, sobre todo, indie rock noventero, era una bofetada en la cara de una escena saturada de nadería e inconsistencia, que se miraba en los mejores momentos del pop alternativo de los noventa, aunque esquivaba inteligentemente algunos de sus errores, y que adquiría su verdadera carta de naturaleza en directo. Con una formación atípica, dos baterías, guitarra y bajo-sintetizador, despliegan un sonido intenso y poderoso, que entre lo abrupto y lo urgente deja espacio para la melodía de indudable vocación pop.

A ellas unen unos textos impermeables a la idiotez abundante a su alrededor, siempre en español, y salpicados de certeras referencias a la cultura pop, que rematan con una música vigorosa y adictiva, puro olfato, puro talento. Si hasta Tiene Bacalao, Tiene Melodía eran un secreto solo al alcance de los más enterados (el grupo venía funcionando en Murcia desde 2010, y sorprendió en 2012 con diversas maquetas autoeditadas), ahora el mundillo está pendiente de su siguiente paso, que empezó a gestarse el pasado verano cuando se encerraron en los Montreal Studios de Hans Kruger para dar forma a Estudias, Navajas (Miel de Moscas, 2015), con el que vuelven a hacer diana. Se podrá comprobar esta noche a partir de las nueve en Planta Baja. Allí actúan con Harakiri Beach de teloneros. El grupo motrileño, surgido de las cenizas de Sasi & The Cachemirs, experimenta buscando una alquimia equilibrada entre el pop independiente e inmediato de la new wave y la electrónica after punk, que han plasmado en su ep Cazador de Medusas, en circulación desde el pasado otoño, y que se antoja el mejor calentamiento para las marcianadas de Perro.