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El Ph del Festival Pa-ta-ta

  • Catorce artistas emergentes rubrican fotografías con un mensaje 'PHositivo' por las calles centrales de Granada

Estos días, Pa-ta-ta no es sólo un nombre común: es también un festival de fotografía que invaden las calles de Granada con reveladoras obras de artistas que están unidas por el tema intemporal que es la imagen visual. "Pa-ta-ta es un nombre cercano: pienso en él siempre que hago una foto y es una expresión que toda la gente conoce", comentó el director del festival, Cecilio Puertas, durante un recorrido fotográfico por el centro de Granada. Para llevar el nombre del festival al público, el certamen decidió apostar este año por una renovada imagen y una nómina de catorce autores distribuidos por los puntos más centrales de la ciudad. Cerca de la Catedral se presenta uno de los primeros trabajos que están apuntados en una ruta que pasa por la Plaza Alonso Cano, Plaza Isabel la Católica, El Bañuelo, Facultad de Bellas Artes, La Cuesta de Gomérez, la plaza de Santa Ana y Paseo de los Tristes. The holodeck es el primer mupi que asalta la mirada urbana por su resolución altamente realista. Su creadora, Ana Galán, quiso representar a cinco mujeres con una especial historia. "Me inspiré en los versos de Baudelaire y pregunté a mis modelos si habría algún lugar especial donde querrían volver. Su deseo de volver a un sitio especial es su paisaje en la fotografía" . Un paso más adelante se avista una fotografía más cruda. Cuerpos de vida. Un ritual de amor es una exaltación a los tiempos perdidos y a un lado oscuro de la fotógrafa Eva Juárez Noguera. " Quiero rescatar este tipo de fotografía. Quiero rescatar este tiempo romántico y hacer del cuerpo un ritual con pompas fúnebres. Para ser sincera, los modelos bonitos nunca me han fascinado", comentó después de un año de ensayo de su trabajo. Good night London, de Jesús Fernández y Nano (Navegación aérea no controlada), de Maribel Gallardo, marcan el paso en la plaza de Santa Ana. "Esto es un vuelo sin control", remata Gallardo, una de las artistas expuestas. "Estos temas no están controlados. Toda esta experiencia de vuelo es conceptual y estudia los tiempos en movimientos simulados. Con este tema he aprendido la práctica y entendí que la caída siempre tiene más espacio que el vuelo". Ya fuera de la calle están los trabajos en el jardín de Gomeréz Los títulos son sugestivos, hablan de una revisión humana en forma de papel fotográfico porque toda esta muestra está organizada según un criterio muy social. La primera idea que le surgió a Gemma Pascual para crear una foto fue espontánea. "Las personas y sus espacios", lo define. "La forma en cómo utilizamos el espacio público siempre fue un punto de atracción para mí, porque pienso que todas las personas están juntas en los espacios abiertos pero en el autobús toda la gente se atropella. Pero en los parques eso no sucede". Las fotos presentadas en el jardín de Gomérez están preparadas para un vistazo fugaz sobre el hombre urbano, pero los "verdes públicos" de Gemma contrastan en esta sala con los grises ácidos de Marc Vicens. Aparcados es una obra que denuncia la soledad de los mayoresen fondos negros y sombríos y deja espacio para una reflexión sobre los tiempos modernos. La Facultad de las Bellas Artes fue otra parada obligatoria para los visitantes del Pa-ta-ta. Fuera del cánon tradicional surge Parte de tí de María Zarazuá. Un proyecto fotográfico que fragmenta los límites de la postura y de la identidad humana sobre las personas que se conocen íntimamente. Inserto en un universo excéntrico de pedazos y de conceptos recortados en el paño, esta muestra plasma una descubierta del interior filosófico del hombre. Pa-ta-ta termina el próximo 27 de mayo en la Plaza de Pasiegas.

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