Poemas para la agitación
Fernando Guzmán analiza en su libro 'Granada y la Revolución 70' el tremendo impacto cultural que tuvo en la ciudad la revista y el programa de radio 'Poesía 70'
"Hay escritores que hacen de su vida, de su persona, su mejor obra, y Juan de Loxa es uno de ellos". Así piensa Fernando Guzmán, autor del libro Granada y la Revolución 70 (Poetas y poéticas de la revista 'Poesía 70' 1968-1970. Y es que Juan de Loxa, a pesar de ser uno de los poetas más brillantes que ha dado Granada en los últimos cuarenta años, es, ante todo, un agitador social, un rufián rebelde y gozoso que convierte en un chispazo de genialidad cualquier acto cultural en el que pueda verse envuelto. Su instintivo olfato de poeta le llevó a descubrir a los mejores escritores de Granada cuando éstos eran apenas unos brotes de persona y a crear un artilugio que hizo estallar los cimientos ideológicos de la poética: la revista Poesía 70, que sólo editó tres números, pero que serviría para darle vida al programa del mismo nombre en la emisora Radio Popular y al movimiento que luego sería conocido como Manifiesto Canción del Sur. El libro de Guzmán analiza todo eso.
"Comencé a trabajar en este libro como parte de una investigación más grande que llevaba a cabo en la Universidad de Sevilla y que trataba sobre las revistas literarias durante la Transición", recuerda Guzmán ahora. "Me puse en contacto con Juan de Loxa e, investigando, me encontré con Poesía 70. Había tan buen material que la editorial Comares me propuso hacer un libro sobre ella. Llevaban mucho tiempo queriendo hacer algo al respecto".
A Fernando Guzmán lo que le sorprendió es que "Poesía 70 se convirtió en una revista de sensibilidades: tenía la capacidad de entender todo lo que se estaba moviendo. Hubo muchas revistas literarias, pero Poesía 70 tuvo un papel fundamental. Mostraba que también en el Sur de España se podían entender perfectamente los acontecimientos de los años 1968 y 1969".
Poesía 70 era un invento de Juan de Loxa, como director, y de Claudio Sánchez Muroscomo diseñador. Rapidamente aglutinaría en torno a ser a creadores como Carlos Cano, José Heredia Maya, Pablo del Águila, José Carlos Rosales, Elena Martín Vivaldi o Luis Eduardo Aute. Y, desde el exterior, contaría con el inestimable apoyo desde Roma de Rafael Alberti o una buena pléyade de poetas cubanos.
La revista pronto daría a conocer los primeros versos de autores que, años más tarde, estarían completamente consagrados. Pero no sólo eso. Poesía 70, más que una revista, era un movimiento cultural que tenía sus ramificaciones en el programa radiofónico Poesía 70, que también dirigía Juan de Loxa, en las páginas culturales del diario Patria y en un grupo de cantautores, liderados por Carlos Cano, que se implicaron en Manifiesto Canción del Sur. A todo ello se añadían las lecturas públicas que organizaba De Loxa y en las que siempre había alguna sorpresa y cualquier otro acto cultural. Todo aquello mostraba que Granada se agitaba intelectualmente en aquellos momentos.
"A pesar de estar en un momento políticamente difícil", señala Fernando Guzmán, "la gente más joven recibe, capta y desarrolla un espíritu libertario. Aquel movimiento comenzó siéndolo estrictamente cultural para luego extenderse al terreno político".
"La revista, por sí misma, se convirtió en un hito", dice el investigador. "Tenía un tremendo cuidado formal, el sentido de los textos era algo muy sutil, pero de gran complejidad. Conforme pasaron los años, Poesía 70 adquiriría una gran importancia y demostraría, con el tiempo, que tenía una gran lucidez".
"La revista", añade Guzmán, "era una fotografía fija del momento en el que vivía, pero albergaría en sus páginas a personas que tendrían trayectorias importantes. Las revistas literarias se revalorizan, precisamente, por la trayectoria de los personajes que escriben en ellas. Y en Poesía 70 hay muchos nombres que continuaron con carreras creativas muy importantes. La revista fue, además, la portavoz del movimiento Manifiesto Canción del Sur, que adquiriría muchísima repercusión".
Hasta tal punto que grupos de música folk que en aquella etapa estaban en la cumbre de su carrera comercial y se escuchaban en todas las emisoras de España, publicarían canciones que eran poemas de autores como José Heredia Maya o el propio Juan de Loxa.
"Yo lo que siempre he observado en Juan de Loxa", dice Guzmán, "es su habilidad para conectar un planteamiento con distintos vehículos de comunicación: el se expresaba a través de la revista, de la radio, de Manifiesto Canción del Sur. Eso hace a Juan de Loxa una persona excepcional. Una figura de Granada que sabe transmitir una inquietud universal".
"De Loxa ha hecho de su vida su mejor obra", añade. "Tiene, además, una tremenda capacidad para reunir a su alrededor a personas muy brillantes. En un concepto más amplio, yo diría que Juan de Loxa crea cada mañana con cada cosa que se encuentra".
Los trabajos de investigación sobre la historia de la revista, su repercusión en la prensa de la época y las entrevistas con los personajes que protagonizaron todo aquel movimiento cultural que se dió en Granada a finales de los sesenta y comienzos de los sesenta fueron quizá lo más complejo para Fernando Guzmán.
"Ha sido complicado", dice. "El acceso a muchos de los materiales fue muy difícil y, sobre todo, poder concretar fechas. Pero la escritura fue muy rápida, muy dinámica. Fue como revivir aquella época en cierto modo".
El libro, además de la historia de la revista y la inclusión de todos los poemas que fueron publicados en sus tres números escasos, algunos de ellos de un enorme valor, reproduce dibujos, fotografías inéditas de los protagonistas de la época y cartas. Una de las fotos más llamativas es la de una niña que se come una magdalena mientras sostiene en sus manos un ejemplar de la revista.
"Era una niña que vi en la calle cuando venía de la imprenta con el número 0", recuerda ahora Juan de Loxa. "Le di la revista y le hice la foto. Llevo años buscándola para saber cómo es cuarenta años después..."
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