Poesía visual, un territorio virgen

Arrabal & Cía expone unas treinta obras de Gorafe, Sanzmontero y Brossa, entre otros muchos, que juegan con el lenguaje icónico y verbal de la poesía visual

Un espectador juega con la idea que presenta la curiosa obra 'Y yo con estos pelos'.
Manuela De La Corte

18 de mayo 2009 - 05:00

El idioma de la poesía visual es "como el esperanto". En el limbo de todas las cosas, pero al mismo tiempo liberadora y universal, compone un género propio que mezcla lo icónico y lo verbal. Bebe del futurismo, el surrealismo y el idealismo convirtiéndose en una obra de arte que puede ser expresada a través de la pintura, la música o el teatro. Como decía Joan Brossa, uno de sus máximos exponentes, "la poesía visual no es dibujo, ni es pintura, es un servicio a la comunicación".

La galería Arrabal & Cía se atreve con esta tendencia artística, considerada un género menor a pesar de la valiosa aportación en España de artistas como Brossa o Fernando Millán, con la exposición La poesía más viva. En ella, treinta artistas dialogan con el espectador en un juego de 'jeroglíficos' e imágenes que van revelándose en mensajes irónicos y, a veces, políticamente incorrectos. Los technopaegnia (caligramas) helénicos y los carmina figurata latinos podrían ser sus precedentes más antiguos.

Artistas como Alejandro Gorafe, Luis Casablanca, Ángel Sanzmontero, Antonio Gómez, Mika Murakami, José Arrabal, Rafael de Cózar y Brossa, entre otros artistas, se expresan en 34 obras de pared y una revista en formato DVD con la conciencia experimental e innovadora de la poesía visual.

El onubense Antonio Gómez propone una de las más curiosas con Y yo con estos pelos, en la que un peine cambia sus púas por las piernas de mujeres que bailan can-can.

Si Apollinaire originó con sus célebres caligramas absolutos ejemplos de poesía visual, Ángel Sanzmontero ofrece en Vocal cerrada sugerencias muy heterogéneas con el empleo de una E mayúscula construida a base de cremalleras. Ya sea por la e en sí o por el uso del color, "la obra tiene varios niveles de lectura" y, aunque en el ámbito local pueda tener la significación de la E de España, "fuera esta sugerencia no se entendería porque se nos conoce como Spain", explica el autor.

Gorafe se vale de una simple caja de cartón para lanzar un crítico mensaje en La tele de mi vida. "Es la caja típica que envuelve los televisores y que tiene en el frontal la imagen de un televisor. Yo he recortado esa imagen y he puesto un espejo para que el espectador se vea en él y se convierta en el verdadero protagonista de su vida y no en un espectador más".

El artista y director de Arrabal & Cía defiende y se arriesga con la apuesta por lenguajes experimentales que apenas tienen hueco en otras galerías. Es una de las cualidades de la poesía visual, llamada precisamente poesía experimental y que no se ciñe a cuadraturas ni encasillamientos dispuestos a través de temáticas, estilo o formatos cerrados. Se puede ver a lo largo de la exposición puesto que los autores "han trabajado con el tema que les ha apetecido".

Dice Sanzmoreno: "Se puede jugar sobre seguro pero es muy aburrido". Algo tan atrayente como la poesía visual tiene a su favor que es uno de los "pocos territorios vírgenes" en los que es casi imposible la definición total o la clasificación dentro de uno u otro género.

La poesía más viva itinerará por España tras su cierre el 22 de mayo.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último