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Un Portal de Belén en la Alcaicería

  • Sean bienvenidas las tradiciones de todas las culturas que hablen de paz en la Tierra. En la Alcaicería, Charo Mariscal lleva 40 años montando su 'portal' con figurillas barrocas de la artesanía granadina.

LA representación del motivo navideño del nacimiento es antiquísima; ya desde el siglo II la vemos en catacumbas y sarcófagos, pero es sobre todo a partir del siglo XVII y desde Italia cuando consigue su mayor difusión. La Iglesia occidental lo suele representar en establos, cabañas, portales o soportes arquitectónicos más o menos ruinosos, mientras la iconografía oriental lo representa en una gruta.

La carga simbólica de la gruta corre paralela a la de la caverna, que significa origen, nacimiento, lugar de transición de la oscuridad a la luz y la sabiduría. Y se repite en muchas culturas. Como Jesús para los cristianos, relacionado con el árbol genealógico de Jessé (árbol de Navidad), también el chino Lao-Tsé, 600 años antes de Cristo, fundador del taoísmo, parece que nació en una caverna junto a un ciruelo. En el mundo musulmán dicen que Mahoma recibió las revelaciones de Gabriel en la caverna del monte Hira y en el mito de Platón hay que ascender desde esa caverna al conocimiento y a las ideas. El mito de la caverna ha dado mucho juego: Calderón, Huxley, etcétera...

Yo no sé cuándo llegó esta costumbre a Granada, aunque me lo imagino. Sí sé cuáles eran los belenes más espectaculares porque salían hasta en los periódicos: San Rafael, Hermanitas de los Pobres, Casa de los Pisas, Municipal... Se suman así al Nacimiento del siglo XVIII del Museo de Bellas Artes y a los maravillosos del siglo XIX que conserva la Casa de los Tiros: uno, a base de caracolas marinas y el otro, con algunas figurillas ataviadas de la época napoleónica; o a los más modernos que exponen algunas hermandades semanasanteras, asociaciones vecinales, etcétera; al que exhibe La Rural en el Zaida, de la mano de Miguel Torres, con figuras del belenista Mayo; al de El Corte Inglés, un poco más abajo, y faltan otros mil porque no caben todos. Pero sí estoy seguro de que Granada cuenta con expertos belenistas y grandes barristas de estas figurillas, como Jiménez Mariscal, Lozano, José Miranda, el de los populares 'cabezones'.

ABALORIOS DE ARTESANÍA. Pero hay un tradicional 'belén' que se expone desde hace más de 40 años y al que yo asistía asombrado, aunque ya tenía espolones. El de la Alcaicería, calles morunas con sabor de oriente y arcos de herradura con recuerdos alhambreños, donde Charo Mariscal, aprovechando el hueco de los escaparates, sigue colocando su belén popular. Se trata de una exposición navideña con cientos de figuras que nunca vende. Si algún cliente solicita la mercancía allí expuesta tendrá que esperar a que se desmonte el tinglado. Nadie duda de que es un escaparate-reclamo con un pretexto religioso, como casi todos, pero nadie duda tampoco de que aquella exposición navideña resulta ser una auténtica obra de arte en la que se mezclan artesanía, tradición y una alta dosis de profesionalidad. No hay personajes a la usanza palestina; ni gitanas bailando sevillanas, porque nada tiene de regional; no está el caganer 'obrando' que tanto gusta a los catalanes porque nuestro sentido del humor y del respeto es algo diferente.

Son figuras de sabor barroco de la factoría granadina de Jiménez Mariscal, escondidas entre luces que van y vienen de la noche al día y muchos abalorios casi microscópicos de fabricación casera: castañas, pimientos rojos, quesos, boquerones, almejas, alforjas y farolillos que alguien, que se llama Charo, hace con buen gusto y mucha paciencia.

Pasaban allí los niños las horas muertas con la nariz achatada por el cristal hasta que el vaho del frío callejón empañaba de niebla la mitad del 'nacimiento'; había que limpiarlo con la bocamanga del saquito para volver a descubrir nuevas figurillas. Pero es el adulto quien realmente calibra el valor de esta tradición milenaria de tanto sabor para el mundo cristiano. Sean por muchos años las tradiciones de todas aquellas creencias, vengan de donde vengan, siempre que lo hagan en son de paz y con buena voluntad.

Permitan una aclaración. Con la incorporación de la nueva terminología habrá que cambiar la denominación 'Portal de Belén'; más que nada, para no confundirla con el sitio en la web (portal) de internet que tiene la famosilla Belén Esteban.

Vaya con esta sonrisa, intentada aunque mal conseguida, mi sincera felicitación navideña.

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