"Los Pujol en Sicilia habrían sido los amos"
Albert Boadella, actual director de los Teatros del Canal de Madrid, evoca el 'Ubú Rey' que creó en su etapa con Els Joglars, y arremete con sorna contra el ex presidente de la Generalitat
Media Cataluña sabía "lo de los Pujol", conocía "perfectamente cómo funcionaba eso", y por eso el hecho de que ahora Artur Mas o Josep Antoni Durán i Lleida "se hagan los sorprendidos es para morirse de risa", asegura Albert Boadella, que ya insinuó estas prácticas muy poco honorables en 1981 en su Ubú Rey, una de las obras más controvertidas y emblemáticas de Els Joglars. "Los Pujol en Sicilia habrían sido los amos", remacha el dramaturgo.
Boadella (Barcelona, 1943) recuerda que en 1981 montó con Els Joglars, su compañía de toda la vida hasta hace poco, esa obra sobre el que era el presidente de la Generalitat, y en la que los personajes de Pujol y de su esposa, Marta Ferrusola, se costeaban sus caprichos e inversiones privados con dinero público. "Luego, cuando la revisamos en 1995, había dos niños Pujol que pasaban constantemente delante del despacho del padre con maletas que al final se abrían y de las que caían fajos de billetes", rememora.
Lo que sí es sorprendente, dice el director de los madrileños Teatros del Canal, es que "no se toparan antes con las instituciones del Estado", así como "el silencio de los medios, especialmente el de los catalanes", y el hecho mismo de que Pujol "haya decidido confesar". "Si lo hubieran imputado, habría sido más honorable porque habría sido el Estado el que lo hiciera y ante los catalanes habría salvado la cara: habría sido el enemigo el que lo imputara, como pasó con Banca Catalana. He llegado a pensar que ha hecho examen de conciencia y que ha querido ponerse a bien ante Dios", añade.
Para Boadella, "exiliado" de Cataluña desde 2008, el "fallo" de Pujol ha sido pensar que la "impunidad" que le ha rodeado iba a ser "para siempre y suficiente". "Tenía a Cataluña a sus pies y pensaba que eso era suficiente. Se había olvidado que pertenece a una gran nación que es el Estado español y que tiene unas instituciones". Con todo, el dramaturgo sospecha que "si llega a haber una Agencia Tributaria catalana, esto jamás habría salido a la luz, porque está pensada para mantener el privilegio feudal, que siempre ha sido la debilidad de la familia Pujol. En Sicilia hubieran tenido un éxito espectacular, habrían sido los amos".
Se le ocurre a Boadella que se podría montar "El juicio de Nuremberg-Ripoll", una obra en la que los ciudadanos juzgarían a quienes les han situado en esa situación de "degradación, de actitudes criminales, usando las cosas que han dicho y hecho".
De los catalanes, dice, le irrita la "actitud paranoica" que los lleva a presentar "siempre" a Madrid como "lo insoportable, los imperialistas y tramposos, un lastre para Cataluña en lo económico, en lo cultural, en la modernidad, y que crean que los madrileños se levantan pensando en la putada que ese día le harán a los catalanes".
Opina además que el actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, es "lo peor que le puede suceder a un país por su falta de inteligencia". Del nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, dice que es "una cataplasma con buen aspecto", y de Felipe VI, que tiene el problema de que no sabe "sobre cuántas hectáreas reinará", mientras que a don Juan Carlos, el anterior rey, le dedica un elogio envenanado: "tiene enorme competencia en su profesión", dice, "es decir, en el teatro".
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