Querencia, la unión perfecta de música y danza
Querencia | Crítica
Antonio Najarro presenta Querencia, un espectáculo a caballo entre la tradición y la modernidad, en el Festival de Granada
Así ha sido la puesta en escena de la obra "Querencia" en el Generalife de Granada, incluida en el Festival Internacional de Música y Danza
El Festival Internacional de Música y Danza de Granada ha apostado en su edición de este año por la tradición de la danza española y el flamenco para los espectáculos del Generalife. Este fin de semana recibió la Compañía Antonio Najarro, una de las más destacadas compañías particulares de danza española del panorama del momento. Su director, quien fuera director del Ballet Nacional durante ocho, presenta su último espectáculo Querencia, donde rinde homenaje a la tradición de la escuela bolera y folklore tradicional desde la contemporaneidad y audacia de una mirada moderna.
Querencia es la última coreografía de Antonio Najarro, un espectáculo nacido del conocimiento y el respeto a la tradición que, sin embargo, se muestra tremendamente moderno en su realización y resulta enormemente atractivo en lo visual. Najarro, formado en la tradición implantada por grandes de la danza como Mariemma, es historia viva de la danza española del siglo XXI. Fundó su compañía en 2002, y desde entonces no ha cesado su actividad creativa tanto para su compañía como para el Ballet Nacional, cosechando el reconocimiento de crítica y público.
Para Querencia el coreógrafo ha reunido a algunos de los mejores bailarines de la última década, con el fin de estilizar en escena los distintos elementos de la danza y darle un nuevo desarrollo escénico. La música ha sido compuesta por Moisés Sánchez, quien ha creado una suite sinfónica basada en los tiempos boleros, ritmos flamencos y melodías enraizadas en el folklore español; a través de once cuadros, precedidos por una introducción, esta partitura rinde tributo hábilmente a una tradición de la música de Albéniz o Falla; en ella pervive el folklore de nuestro país, cualidad que Najarro ha aprovechado hábilmente para crear este homenaje a la danza española.
Con estas bases, Querencia no podía defraudar, y desde su estreno el pasado verano son muchos los reconocimientos recibidos. El espectáculo se abre con un cuadro de conjunto tremendamente visual, en el que catorce bailarines de ambos sexos recrean una fiesta con tiempos boleros, pero introduciendo pequeñas
concesiones a la contemporaneidad, algo que caracteriza las creaciones de Najarro. Así, sin resultar artificial ni forzado, consigue fusionar elementos de la tradición con guiños a la modernidad. En los cuadros siguientes pudimos disfrutar de una danza con bata de cola, magistralmente interpretada por Tania Martín junto a Carlos Romero, otra de capas, otra con sombreros, otra de mantones… Y así, uno a uno, se rinde homenaje a las diferentes habilidades asociadas a la danza española y los subgéneros que la rodean. Particularmente interesante resultó el dúo de Ceila Ñacle y Daniel Ramos en el cuarto cuadro, donde realizan una danza con castañuelas; este instrumento es habitual en las coreografías de Najarro y fue magistralmente utilizado en varias escenas de esta última creación suya.
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Programa: Querencia, espectáculo coreografiado por Antonio Najarro con música
de Moisés Sánchez.
Compañía Antonio Najarro
Director: Antonio Najarro
Maestra repetidora: África Paniagua
Bailarines: Celia Ñacle, Lucía Cardeñoso, Tania Martín, Carlos Romero y Daniel
Ramos (bailarines solistas). Alejandra de Castro, Celeste Cerezo, Cristina Carnero,
Marina Bravo, Alejandro Lara, Javier Moreno, Ethan Soriano, Álvaro Brito, Álvaro
Madrid (Cuerpo de baile).
Diseño de vestuario: Yaiza Pinillos
Iluminación: Pau Fullana
Fecha y lugar: Teatro del Generalife, 08 de julio de 2023
Otro elemento destacado en Querencia es la elegancia y limpieza de la puesta en escena, en donde tiene gran responsabilidad la iluminación diseñada por Pau Fullana y, sobre todo, el diseño de vestuario de Yaiza Pinillos. Haces de luz cenital marcaban en varios momentos posiciones fijas de los bailarines, que a modo de estampas clásicas realizaban figuras de enorme poder visual. Las chaquetillas toreras con arabescos en negro, los vistosos mantones de colores vivos pero amables a la vista, el sombrero de ala ancha o las faldas de vuelo con bordados son algunos de los elementos del vestuario que destacan en escena y enriquecen las
realizaciones de los bailarines; en su conjunto resultó un vestuario muy plástico y sugerente que aunó, al igual que la coreografía, la tradición con la vanguardia.
En definitiva, podemos decir que Querencia es un espectáculo completo, en el que la belleza orgánica y la plasticidad de su desarrollo transmite una profundidad semántica que no puede nacer sino del conocimiento y la experiencia de su creador. El cuidado extremo por el detalle, la perfección en las coreografías, el magnífico empaste de los números de conjunto o el preciso toque de castañuelas son evidencias claras de que estamos ante uno de los grandes creadores de la danza española, meticuloso y exigente, pero conocedor de lo que quiere exhibir en la escena. Cuando el arte y la excelencia técnica se ponen al servicio de la creatividad y la imaginación, nacen momentos tan maravillosos como el que Antonio Najarro y su compañía nos regaló en el Generalife bajo la amable luz de una preciosa luna de verano.
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