Con su gira 'REsinphónico'

Raphael en Granada: sensibilidad, emoción y versatilidad en carne viva

  • Unas 4.000 personas se rinden al mito jienense durante casi tres horas de apoteósico concierto en el Palacio de Deportes

  • Mira aquí la galería de fotos del recital del cantante y la Orquesta Sinfónica de Málaga

Raphael, emoción en carne viva con su recital en Granada

Raphael, emoción en carne viva con su recital en Granada / Carlos Gil

Raphael demostró esta noche en el Palacio de Deportes de Granada su condición de artista camaleón, de mito viviente, de rey de los karaokes patrios, de divo cercano y hasta de bailarín de techno -sí, sí, como lo oyen-. No hay reto ni proyecto que asuste al cantante jienense de 76 años. Lo demostró ayer durante más de dos horas en un apoteósico concierto donde dejó claro aquello de "ahora, / que han pasado los años / intensamente vividos, exprimidos, / sigo en forma, / no estoy cansado / y tengo decidido retrasar el final".

"¡Con lo mayor que está y la de gente que mete!", exclamaba un taxista minutos antes de empezar el concierto del andaluz, "un fenómeno de masas comparable al de Rocío Jurado" que reunió a 4.000 personas en el Palacio de Deportes. El Ruiseñor de Linares venía a presentar su nuevo proyecto supervisado por el compositor Lucas Vidal, ganador de dos premios Goya y un premio Emmy, que ha descrito este REsinphónico como una de las mayores locuras de su vida. Acompañado de los más de 50 músicos que forman la maravillosa Orquesta Sinfónica de Málaga, el artista supo conjugar lo sinfónico y lo electrónico en un recital excelso con despliegue de luces y vídeos incluidos.

El cantante jienense señala a la cámara de 'Granada Hoy'. El cantante jienense señala a la cámara de 'Granada Hoy'.

El cantante jienense señala a la cámara de 'Granada Hoy'. / Carlos Gil

Pasadas las 21:42, el cantante apareció imponente en el escenario vestido con traje y chaqueta negra como acostumbra aunque con modernas tachuelas incrustadas en ella mientras sonaba la intro de Yo soy aquel. El aplauso atronador dejó sordo al Palacio. El público no tardó en deshacerse en halagos, selfis varios e Infinitos bailes. El artista inauguró su directo con algunas de sus canciones más recientes como Aunque a veces duela, tema compuesto por Dani Martín. "¡Viva tu polla!", gritaba un granadino de pro mientras saltaba como si de una rave se tratara.

Una auténtica discoteca

Uno de los mejores momentos de la noche llegaba con la versión electrónica de Digan lo que digan –que incluye una bella parte sinfónica–. Raphael, desatado, convertía el Palacio en una auténtica discoteca 'sinfónica'. Bailaba, sacudía sus brazos y movía la cadera casi sin despeinarse. El público respondía risueño y animado, con movimientos bailongos, ante un artista que llora, que ríe, que triunfa y que emociona tantos años después. Gestual, pícaro, engrandecido y sonriente, se metía en el bolsillo a los asistentes con clásicos como Mi gran noche, coreada a pulmón por miles de fans.

La Orquesta Sinfónica de Málaga estuvo excepcional. La Orquesta Sinfónica de Málaga estuvo excepcional.

La Orquesta Sinfónica de Málaga estuvo excepcional. / Carlos Gil

"¿Ven eso? Es una radio, de cuando se escuchaba buena música. Mejor no profundizo en el tema. Eso que suena es Carlos Gardel. Una institución", declaró desafiante el cantante. El artista no tardó en cruzar el charco, donde también tiene infinitos seguidores, con temas como Volver del propio Gardel acompañado del piano y el bandoneón.

Homenaje a la canción latinoamericana

Su homenaje al folclore latinoamericano, registro que maneja divinamente, continuó después con Malena de Lucio Demare, Gracias a la vida de Violeta Parra –donde lució exquisito junto al sonido desnudo de una guitarra española–, el vals peruano Que nadie sepa mi sufrir de Ángel Cabral; y la adaptación al castellano de la famosa canción La quiero a morir de Francis Cabrel.

La velada dejó acarameladas estampas como la que protagonizó una pareja, que no dudo en bailar un vals a la vez que sonaba Provocación y Cuando tú no estás. La temática amorosa, del que Raphael es especialista, inundó el concierto: desde la visceral Por una tontería, el dardo envenado que es La noche, la desesperada Sí, pero no hasta la ruptura superada, verbalizada y musicalizada en Estuve enamorado.

"Granada, te amo tanto"

Para terminar, el artista regaló una colección de clásicos como En carne viva, Que sabe nadie, donde dirigió a la orquesta en el último minuto, Yo soy aquel y la latinalizada Escándalo -con rapeo incluido-. Las versiones de Como yo te amo -"Granada te amo tanto tanto", dijo- y A mi manera pusieron punto y final a un concierto de tres horas impecable y vibrante, que acabó con todo el público en pie. Una vez más, Raphael demostró ser la emoción y la versatilidad en carne viva.

Público en pie durante el concierto de Raphael en Granada. Público en pie durante el concierto de Raphael en Granada.

Público en pie durante el concierto de Raphael en Granada. / Carlos Gil

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