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Robert de Niro, la leyenda de la comedia americana, cumple 75 años

  • El actor, que sigue en plena forma, protagonizará la nueva película de Scorsese en 2019

El actor neoyorquino, en un fotograma de una película.

El actor neoyorquino, en un fotograma de una película. / g.h.

Con 75 años a Robert de Niro le queda mucho por hacer como mafioso. Con el cabello engominado y peinado hacia atrás, chaqueta de cuero abierta y dos pistolas en las manos apuntando a su víctima: así aparece en un cartel del thrillerThe Irishman, la película en la que Martin Scorsese reúne a De Niro, Al Pacino, Joe Pesci y Harvey Keitel. Se trata del noveno largometraje en común del actor y el realizador neoyorquinos tras clásicos como Taxi Driver, Raging Bull, Goodfellas y Casino. De Niro, que mañana cumple 75 años, se transforma ahora en el asesino a sueldo Frank The Irishman Sheeran. Scorsese rejuvenecerá a los personajes con técnicas digitales en esta cinta, que llegará a las pantallas en 2019.

Pero además de interpretar a mafiosos, De Niro se ha labrado toda una carrera como actor de comedias. En The Big Wedding hace de un mujeriego envejecido de barba canosa que necesita la ayuda de medicamentos para practicar sexo. En Last Vegas se va de despedida de soltero con Michael Douglas, Morgan Freeman y Kevin Kline. En Dirty Grandpa se transforma en un rudo abuelo que se va de viaje con su nieto.

Pero, ¿por qué un ganador de dos Oscar como él hace acepta este tipo de papeles? En los últimos años ha ganado mucho dinero como estrella de comedia. En la exitosa Analyze This interpreta a un capo de la mafia maduro que acude a terapia. En Meet the Parents y sus dos secuelas es el suegro insoportable y en The Intern se mete en la piel de un jubilado que se convierte en becario a las órdenes de su joven jefa, interpretada por Anne Hathaway.

"Tengo un poquito de él, yo tampoco puede imaginarme mi vida sin trabajar", dijo De Niro antes de que se estrenara esta cinta. "Pero a mi edad uno se vuelve pensativo. Al fin y al cabo me quedan como mucho 30 años de carrera", bromeó. Estos papeles están a años luz de las películas que convirtieron a De Niro en leyenda. Las escenas como solitario conductor de taxi por las sombrías calles de Nueva York son historia del cine. Cuatro décadas después, la película no ha perdido ni un ápice de su perturbadora contundencia.

De Niro está considerado desde entonces uno de los grandes actores de Hollywood, un experto a la hora de interpretar a marginados sociales, y los personajes rotos. Meterse completamente en la piel de sus personajes ha sido su mayor característica. Especialmente en sus primeros trabajos se preparaba con mucha meticulosidad. Para Raging Bull, que cuenta la historia del boxeador Jake La Motta, estuvo recibiendo clases de esta disciplina durante casi un año. Y para parecer convincente en la segunda parte de la película, engordó 25 kilos.

El esfuerzo valió la pena: el actor ganó el Oscar como mejor actor protagonista por su interpretación. Era la segunda estatuilla de su carrera, después de la cosechada en 1975 por su papel de Vito Corleone en El Padrino II de Coppola, para el que De Niro aprendió durante meses el dialecto sicialiano.

Hijo de una familia de artistas italo-irlandesa, el actor creció con su madre en el barrio de Little Italy. Allí todos le conocían como Bobby Milk debido a su palidez. Con 16 años abandonó la escuela y se dedicó a actuar con grupos de teatro. Se formó en los talleres de Lee Strasberg y Stella Adler.

De Niro no excluyó ningún género. Con Jane Fonda brilló en el drama romántico Stanley & Iris, con Al Pacino en el thriller de acción Heat, con Dustin Hoffman en la sátira política Wag the Dog.

La última de sus siete nominaciones al Oscar hasta la fecha la recibió en 2013 por su papel secundario como padre de un hijo depresivo en la tragicomedia Silver Linings, aunque la estatuilla finalmente fue para Christoph Waltz por Django Unchained.

Hace tiempo que de Niro se ha declarado un acérrimo enemigo de Donald Trump. En junio, durante la entrega de los premios Tony, insultó al presidente: "Sólo quiero decir una cosa: ¡Fuck Trump! Ya no es suficiente con decir adiós a Trump".

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