La Generación del 27 tuvo como protagonistas a muchos hombres... Y también a muchas mujeres. La Consejería de Cultura reivindica la figura de la única compositora española de la Generación del 27, Rosa García Ascot, y tras una investigación para recuperar su obra, ha editado dos de las partituras para piano de esta alumna de Manuel de Falla, amiga de Granados, Turina, Lorca y Stravinsky.

El texto, escrito por los músicos Ana Luz Arjona e Ignacio Clemente tras años de investigación, se presentó ayer ante la heredera del legado de la artista, María Teresa Heredia; la jefa de departamento de la institución, Antonia Riquelme; y Clemente, quien además tocó al piano las dos piezas recuperadas Tempo di Marcia y Tempo di Mazurca, en el Centro de Documentación Musical de Andalucía. "Es una figura imprescindible para comprender la música en la Generación del 27", destacó Riquelme.

Rosa García Ascot (1902-2002), se cuenta en el prólogo del texto, formó parte activa en el panorama musical español del primer tercio del siglo XX. Pianista y compositora, fue alumna de Manuel de Falla y en su dilatada carrera mantuvo una estrecha relación con Felipe Pedrell, Enrique Granados, Joaquín Turina, Federico García Lorca, Nadia Boulanger, Adolfo Salazar e Igor Stravinsky.

Fue Felipe Pedrell quien se encargó de iniciar su formación musical para después derivarla en Enrique Granados. Tras el fallecimiento de Granados, Pedrell recomendó a Falla la tarea de instruir a Ascot, un magisterio que llevaría a la pianista a formar parte del Grupo de los Ocho. Su importante carrera como pianista, intérprete de obras de vanguardia y de música antigua, y difusora de la música española, tanto en España, como en su exilio en Inglaterra, Francia y México, fue compaginada con una labor como compositora.

La inclusión de la pianista en el Grupo de los Ocho supuso su unión a la vanguardia. Este grupo de compositores, ligado a la Generación del 27, se caracteriza por unirse al pensamiento europeo. El estallido de la guerra civil española obliga a la dispersión del grupo marcado por una disgregación geográfica. "Debido a este exilio, la recepción de su obra se ve muy perjudicada, y hemos de esperar hasta la década de los 70 para que su obra comience a programarse aquí", explicó el coautor del libro.