Sandra Bullock se reinventa

Ya sabemos que los premios son como los partidos de fútbol, que no siempre ganan los favoritos como se está constatando estos días de junio en la ruidosa Sudáfrica, y que hay terribles injusticias, como gente tipo Graham Greene o Jorge Luis Borges que se quedaron sin el Nobel mientras oscuros escritores se lo llevaban a casa. Los Oscars, esta coronación de la feria de las vanidades de Hollywood, no son una excepción. Hitchcock, Kubrick, Hawks y unos cuantos más se murieron conformándose con una estatuilla honoraria, y no todos. Pero hasta este año nunca se había dado que un profesional de la industria fuese reconocido en 24 horas escasas como el peor y el mejor en lo suyo. Esta curiosa marca la ha logrado esa extraña actriz llamada Sandra Bullock.

El 7 de marzo fue elegida por la Academia mejor actriz del año por su papel en el filme que hoy se estrena The Blind Side (Un sueño posible), pero la víspera había ganado el antioscar por excelencia, el razzie, como peor intérprete femenina por Loca obsesión, una de las comedias por la que es reconocida habitualmente. El público y la crítica masacraron esa película, que se estrenó hace unos meses en España sin la menor repercusión. No parece tampoco que los distribuidores confíen mucho en The Blind Side, pues la presentan tres meses después de los Oscars y en un átono mes marcado por el Mundial de fútbol. Pero parece que Sandra ha conseguido su objetivo con este filme de dejar estar asociada al cine palomitero que marcó el origen de su carrera, desde que saltó a la fama con Speed, conduciendo un autobús dinamitado por el recién desaparecido Dennis Hopper. Comedias románticas marcaron su estilo en los 90, aunque demostró en los últimos años la ambición de romper con su imagen estereotipada, aceptando papeles como el de la oscarizada Crash.

Por fin sus esfuerzos se han visto compensados en The Blind Side, que presenta muchos méritos de los que gustan a la Academia. Está basado en un exitoso libro de Michael Lewis que cuenta una historia real que mezcla superación personal de un mendigo que acaba triunfando (el mito del sueño americano), presenta una historia interracial, y está ambientada en el fútbol americano. Habrá que ver hasta que punto el público español está dispuesto a compaginar los partidos de Sudáfrica con la variante estadounidense que se parece más al rugby. Lo que sí es cierto es que Sandra Bullock tiene como compañeros de reparto a dos desconocidos -Quinton Aaron y Tim McGraw- y a una peso pesado como es la gran Kathy Bates.