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'La Sección', un manual teatral de la 'buena' mujer en el Franquismo

  • El Teatro Alhambra presenta hoy esta obra con Carmen Polo y Pilar Primo de Rivera como protagonistas

Pilar Primo de Rivera.

Pilar Primo de Rivera. / g.h.

La visión androcéntrica del mundo ha hecho, por ejemplo, que en los libros de texto sean pocas las escritoras, las filósofas o las científicas que estudiamos. Apenas se han destacado nombres femeninos con la misma autoridad que la de sus compañeros masculinos. Lo mismo ocurre con la historia más reciente de España. Las vencidas quedaron silenciadas y borradas del mapa, pero les pasó lo mismo a las vencedoras de la guerra y el franquismo. A la historia, esa que se escribe con mayúsculas, no le importan los bandos e insiste tenaz en convertir en seres invisibles a las mujeres.

Sin embargo, tres fueron determinantes en la represión y el control de la mitad de la población española: Pilar Primo de Rivera, Mercedes Sanz-Bachiller y Carmen Polo. Y La Sección Femenina fue su aparato de opresión y modelaje. "La historia nos dice muy poco de lo que ocurrió. Es parcial ya que prescinde del 50% de la humanidad. Las mujeres nos hayamos sistemáticamente en el olvido y esta es la historia de las mujeres franquistas y falangistas. De las mujeres que supimos organizar el Estado y la nación. Somos la mitad de la victoria, de la represión y de la desmemoria. Somos mucho más que viudas, hijas, hermanas y esposas".

Así arranca La sección(Mujeres en el fascismo español), una obra que analiza con espíritu crítico, pero también lúdico y pedagógico, la importancia determinante que tuvo la Sección Femenina en el adoctrinamiento de abuelas, madres y, aunque nos cueste creerlo, el nuestro. El montaje dirigido por Carla Chillida, que llega hoy -y mañana- al Teatro Alhambra, ilustra el papel que jugaron mujeres como Primo de Rivera, Sanz-Bachiller, Polo y, por supuesto, la Sección Femenina de la Falange en la represión de la dictadura franquista.

Y así, a través de la figura de las vencedoras, la obra también muestra la represión que se ejercía sobre las mujeres. El castigo del franquismo sobre las mujeres fue doble. Por "rojas" y por "liberadas". La dictadura exigió a las mujeres un exceso de virtud que encarnara un modelo de decencia y castidad que limpiara, a su juicio, la degradación moral republicana. Sobre ellas recayó la responsabilidad de "regenerar la patria". Catalogadas como individuas de dudosa moral, su acceso a la ciudadanía fue castigado ejemplarmente durante la dictadura a través de cárcel, violencia, exilio, silencio o uniformidad.

Con un tono desenfadado e impronta humorística, el montaje escrito entre Ruth Sánchez González y Jessica Belda analiza desde el nacimiento de la Falange hasta llegar a la promulgación de la ley de 1981 sobre el régimen económico del matrimonio, que trataba de instaurar un régimen de igualdad entre marido y mujer en todos los órdenes.

La sección exhibe en Granada teatro escrito, dirigido e interpretado por mujeres que habla de mujeres y se adentra en la perversa estela de la dominación femenina de la dictadura.

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