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Sergi López engendra a un niño con alas en 'Ricky', su nuevo filme

  • François Ozon eligió al actor de 'Mapa de los sonidos de Tokio' por su ambigüedad

El actor Sergi López, que protagoniza la última película de François Ozon, Ricky, aseguró ayer que el director francés es capaz de "sembrar de pistas falsas una película y luego engañar al espectador".

Ricky, en la que López comparte protagonismo con Alexandra Lamy y la niña Mélusine Mayance, es la historia de una familia, formada por Katie, una mujer común y madre soltera, que vive con su hija Lisa, una niña casi forzada a ser adulta, y a la que se incorpora Paco, un hombre común, de cuya unión nace un bebé extraordinario: Ricky. Sergi López comentó ayer en una entrevista con un grupo de periodistas que Ricky es un filme "descolocador", que "se parece mucho a Ozon, que tiene algo de retorcido y cuyas historias no son siempre transparentes". De hecho, añade el actor de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), la cinta "comienza como una película realista, con una familia desestructurada, que vive el nacimiento de un niño milagroso, y acaba como un fábula con elementos fantásticos".

Esos elementos fantásticos tienen mucho que ver con las alas que le brotan al bebé en su espalda, si bien López advierte para evitar falsas interpretaciones: "con Ozon lo que parece claro esconde algunas sombras, y lo que se presenta ante el espectador como oscuro, también tiene sus luces".

Ozon se inspiró en un relato corto anglosajón, Moth (luciérnaga) y no consiguió hacerse suya la historia hasta que comprendió que lo que le conmovía no era tanto el aspecto fantástico sino la forma que tiene la historia de hablar de la familia, del lugar que ocupamos en ella, de cómo la llegada de un nuevo miembro perturba su equilibrio, ya sea un nuevo cónyuge o un niño.

El director, comenta el actor, ve "el bebé más como un monstruo que como un ángel" y su interés es "hablar más de la familia que de un niño con alas, que, en definitiva, acaba siendo una anécdota brillante, luminosa, pero una anécdota falsa". Curiosamente, Ozon presenta en Ricky a "una familia extraña, como muchas de la actualidad, desestructurada, en la que la niña hace de madre y la madre hace de hija, a la que se incorpora Paco, un hombre extranjero que habla francés pero con acento, y que además es muy peludo; y justamente ha de venir un niño diferente para acabar uniéndolos a todos".

Una de esas falsas pistas que Ozon proporciona al público es el posible maltrato que Paco realiza con su hijo. "Para que esas falsas pistas resulten creíbles era necesario que yo me moviera en una ambigüedad calculada", confiesa López. Según el actor de Mapa de los sonidos de Tokio, "cuando Ozon me dijo que había escrito el guión para mí, me remarcó que le interesaba precisamente esa ambigüedad".

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