El programa Música por Libros es una iniciativa de la organización de la FLG 2016 mediante la cual se regalan entradas a los asistentes que compren libros por valor superior a los doce euros. Una imaginativa fórmula para incentivar la lectura, pues estas entradas son la única forma de acceder a los tres conciertos que se han programado como actividad paralela a la Feria en el Centro García Lorca, comenzando por el que tuvo lugar el domingo a cargo de El Niño de Elche y Trépat, el celebrado el martes con Adriana Moragues y Elvira Sastre, y el que servirá esta noche de broche final con las actuaciones de Sr. Chinarro y Lorena Álvarez.

El sevillano Antonio Luque comenzó comandando tímidamente el proyecto Sr. Chinarro en los primeros años noventa, como un acercamiento desde el más absoluto amateurismo al universo indie al que aportó una visión al mismo tiempo surreal y costumbrista. Veinticinco años después de publicar sus primeras canciones, con más quince álbumes en circulación, temas clásicos imprescindibles para entender la escena alternativa española y alguna que otra obra literaria también publicada, Sr. Chinarro es no solo uno de los más brillantes y reconocidos músicos de su generación, sino toda una institución de la música andaluza por el personal universo que desarrolla en sus letras, capaces de mezclar lo lírico con lo cotidiano, de imprimir una magia no exenta de humor a la realidad del día a día. Actualmente se halla inmerso en la presentación de El Progreso (El Segell del Primavera, 2016), su más reciente trabajo de estudio. A la participación del alter ego de Antonio Luque se suma la de Lorena Álvarez, una cantante que también ha sabido implementar un halo de modernidad a una música que se mira en las más hondas tradiciones rurales de su Asturias natal, desde las jotas a los pasodobles, y de las rondallas a los romances o incluso a la música de las verbenas de los pueblos.

Como Lorena Álvarez & Su Banda Municipal, entre 2011 y 2012 impactó con su propuesta y conquistó los corazones de una generación formada por nativos digitales que no conciben un mundo que no esté permanentemente interconectado, y hasta los puso a cantar a coro sus más ancestrales melodías.