Talens y García-Alix revelan sus 'iconotextos'

El poeta y el fotógrafo unen sus respectivas disciplinas en el libro 'Lo que los ojos tienen que decir'

Jenaro Talens y Alberto García Alix, ayer, en la presentación.
Jenaro Talens y Alberto García Alix, ayer, en la presentación.
G. Cappa Granada

22 de enero 2015 - 05:00

En la poesía de Jenaro Talens hay una continua reivindicación de lo sensorial y corpóreo; la obra fotográfica de Alberto García-Alix está poblada de retratos y violentos desnudos. De la conjunción de ambos nace Lo que los ojos tienen que decir (Cátedra), un libro en el que los versos de uno y las imágenes de otro dialogan y se explican mutuamente. Aunque no es un libro ilustrado al uso, un corta y pega de parecidos razonables entre las dos artes, sino que es el resultado de tres años de trabajo, de correcciones, donde el cambio de una imagen conllevaba una revisión del texto. "Las fotografías dialogan con los textos y viceversa, hay poemas escritos a partir de las imágenes y fotografías tomadas a partir de los poemas", señala Jenaro Talens sobre una obra que fue presentada ayer por los dos autores en el Palacio de la Madraza en un acto organizado por el Secretariado de Extensión Universitaria.

Lo que los ojos tienen que decir es también una reflexión acerca de los límites y las contradicciones que acompañan al autorretrato o a su equivalente en la escritura poética, la autobiografía. En el caso de Jenaro Talens, esta obra supone un paso más en lo que denomina 'iconotextos', una senda que comenzó a transitar a mediados de los 80 junto al fotógrafo alemán Michäel Nerlich. "Son libros donde los textos, aislados de las imágenes, tienen un significado, mientras que las fotografías tienen también un valor distinto a cuando se ponen a dialogar con el otro", explica el poeta y ensayista. Así que el 'iconotexto' produce un tercer espacio que resulta del enfrentamiento entre lo que sugiere, muestra o incluso oculta la imagen, junto a lo que sugiere u oculta la escritura.

Tanto Jenaro Talens como Alberto García-Alix partieron de la idea de que lo importante no eran tanto el contenido del poema o la ilustración, sino el punto de vista desde los que se plantean. En ese sentido, el autorretrato del fotógrafo no tiene necesariamente que tener la imagen del propio artista, ni una autobiografía tiene que hablar de la intimidad del poeta, "pero los dos parten de uno mismo y proyectan de alguna manera sensaciones o pensamientos".

Ayer, en la presentación, no podía haber dos imágenes más disonantes que el pañuelo, las patillas de hacha y la cazadora ceñida de García-Alix en contraposición a la cuidada barba y jersey de pico sobre camisa de cuadros de Talens. En este sentido, ¿asociarse con el fotógrafo de la Movida ya indica por dónde discurre Lo que los ojos tienen que decir? Para el escritor, una cosa es la imagen mediática que tiene el fotógrafo y otra su calado artístico, "que va mucho más allá de su imagen pública". Y aunque se trate de un artista muy reconocible como 'notario gráfico' de una determinada etapa y de temas muy concretos, Talens buscó en él su "gran capacidad de reflexión", algo que, en su opinión, está más allá de los temas que trate puntualmente. "Me parece un intelectual de primera línea y me atraía su reflexión sobre lo que significa el hecho de usar una cámara para intentar interpretar de una manera el mundo", señala.

En cuanto a las concomitancias de sus obras respectivas sobrevuela la idea de que "no son fotografías para captar una exterioridad", son más bien para proyectar sobre el mundo una sensación. En este sentido, García-Alix coge su cámara cuando siente la necesidad de entender lo que tiene delante. Exactamente igual que cuando Jenaro Talens se sienta delante de un ordenador. " Yo no escribo para decir lo que sé, sino para averiguar lo que ignoro". ¿Otra cosa sería una pedantería? "Yo escribo poemas para enterarme de qué está pasando", contesta un autor que últimamente está trasplantado al papel sus reflexiones tras la muerte de su madre con 95 años. Un desenlace esperado, "pero cuando llega uno se encuentra con preguntas y muchas cuestiones íntimas que analizar. Eso me ha llevado a una serie de poemas en este último periodo que nunca hubiera pensado que iba a escribir, algo que me ayuda a superar el luto", afirma.

Pero nada de un acercamiento a la religión, porque, al segundo, se declara "profundamente ateo". No se trata de replantearse estas cuestiones porque "cuando uno muere se acabó". Se trata más bien de revisar temas como la identidad, cuáles han sido las etapas que no han llevado a estar donde estamos, qué se recuerda de manera consciente y qué cosas se olvidan de manera inconsciente y luego salen a la palestra... "En último término se trata de la voluntad de conocer, de entenderse a uno mismo y a los demás, que es lo que me mueve a escribir y a Alberto García-Alix a hacer fotografías", concluye Talens sobre un proyecto que tiene una tercera pata en Santiago Auserón, que unirá su música a la poesía y la fotografía a un nuevo proyecto conjunto que verá la luz próximamente...

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