Teatro

El Teatro Alhambra reflexiona sobre las diferencias religiosas con 'El cielo de Sefarad'

Un momento de la obra.

Un momento de la obra. / José Albornoz

El delegado de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta en Granada, Fernando Egea, ha presentado la obra con títeres, máscaras y música en vivo El cielo de Sefarad, de Claroscuro Teatro, que cuenta la historia de una niña judía llamada Noe y sus amigos cristianos y musulmanes.

"También cuenta nuestra historia, la de un momento que debería hacernos pensar en cómo respetar a aquellos que tienen otra religión y otras costumbres" ha comentado. En su opinión el teatro puede servir de herramienta para educar, sobre todo, en valores humanos que redunden en que mejoren las relaciones interpersonales.

Egea se felicitó de que este espectáculo se programe para centros docentes y que cerca de 300 alumnos mayores de 6 años de diferentes centros de Granada y provincia pasen por el Teatro Alhambra el viernes 3 de marzo para conocer el relato de una niña como ellos, que tiene que dejarlo todo y exiliarse sólo por ser judía. Asimismo, ha señalado que para el sábado 4 la función será para público general, especialmente familiar.

Asimismo, el delegado ha recalcado que Claroscuro Teatro usa los títeres, las máscaras y la música para dar forma a sus historias. Se sirve del humor, la ternura y la belleza para crear obras que permitan a su público afrontar la vida en toda su plenitud y con todos sus dilemas.

Por otro lado, Egea también ha destacado el esfuerzo que hace la Junta por mantener precios asequibles. "Una entrada para una obra como esta de gran calidad y con mensaje profundo cuesta seis euros para los alumnos y ocho para el público general", ha precisado. Por ello, ha animado a los granadinos a acercarse con sus hijos hasta el Teatro Alhambra.

Los responsables de la compañía Claroscuro Teatro, Francisco de Paula Sánchez y Julie Vachon han explicado que el espectáculo está ambientado en el Toledo de 1492 y es la historia de una niña, Noa, apartada de sus amigos por el simple hecho de ser judía.

Asimismo, han comentado que la música tiene un peso decisivo en el espectáculo. "Es un bello repertorio de música sefardí, cristiana y andalusí interpretado, en vivo, por Enrique Pastor que tañe cuerda frotada (fídula) y cuerda pulsada (cítola, laúd y vihuela de mano) y María José Pire que canta y toca la flauta y la percusión. Si el espectáculo parte de un conflicto entre culturas, sus músicas ponen de manifiesto lo difusas o inexistentes que fueron las fronteras entres las mismas", han comentado.

A este respecto, han precisado: "Un títere es sólo madera con unos remaches, pero ponlos juntos y si sabes cómo hacerlo, la imaginación del público formará parte de eso y entonces el milagro saldrá de ese mecanismo. Eso es lo que hacemos en teatro: creamos milagros en ese espacio".

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