Expulsado de su planeta de la Tierra Fecunda, el Israelita Espacial se ve obligado a buscar la Galaxia Prometida pero tiene un problema con la nave y cae en Granada. No la actual, una Granada futurista y distópica en la que unos burócratas robotizados lo internan en un centro mental. Pero logra escapar y buscando respuestas llega al Oráculo de La Chana, el Maestro Gómez. Él lo despista más bien porque es un enviado de las fuerzas del mal y tiene que huir a Deifontes. Y hasta aquí puede leer el músico Eneko Alberdi para no hacer spoiler del argumento de la ópera rock que se estrenará en el Teatro Isabel la Católica en febrero. 

El descacharrante tema logra por fin estrenarse en los escenarios después de 20 años de dilatado proceso creativo y producción milagrosa. El germen del proyecto titulado Las aventuras y desventuras de un Israelita Espacial surge del encuentro de un trío de amigos músicos que se conocieron en el mundillo de las bandas granadinas de música de los noventa. Valentín Murillo, estudiante de Músicología en aquel momento; Javier Galiana, que finalmente estudiaría en el Conservatorio Superior de Música de Barcelona y el propio Eneko Alberdi, que se licenciaría en Filosofía en Granada aunque luego volvería a coincidir con él en la ciudad condal. 

Pero Granada fue siempre el punto de encuentro de este elenco de creadores que ahora residen en distintas ciudades de Andalucía. La puesta en escena se empezó a fraguar en una nueva reunión de los tres amigos en el Cortijo Valderas de Güéjar Sierra. Avanzó su consolidación en el Teatro Pablo Neruda de Peligros y finalmente será el Teatro Isabel la Católica de Granada el que verá nacer a esta criatura tan especial.

Entre Allen y los electroduendes 

Los tres amigos componían canciones para cantar ellos hasta que Murillo tuvo la "ocurrencia" de hacer algo serio con el tema. "Fue algo para seguir reuniéndonos", recuerda Alberdi, quien decidió que el hilo conductor podía ser una de sus canciones, El Israelita Espacial.  "Les dije que me dieran tiempo para organizarlo en escenas y desarrollar un argumento para poder hilvanarlo", cuenta Alberdi sobre esta historia que bien podría haber ideado el primer Woody Allen, el de Cuentos sin plumas, si el cómico neoyorkino hubiera nacido en Granada o en Deifontes. 

Sin embargo sus referentes son otros. "Mi intención en principio era musical, aunque luego empecé a crear una historia. El referente es el rock psicodélico de los 70, Frank Zappa.  También La Flauta Mágica de Mozart, en la que el protagonista también vive una suerte de viaje que es una metáfora de ascenso o crecimiento espiritual, tal y como le pasa a nuestro Israelita Espacial. También hay guiños a Jesucristo Superestar, Queen o los Beatles. Es muy ecléctica en lo musical, aunque estéticamente la obra sea más ochentera: puede recordar a Los Electroduendes de La bola de cristal por ese rollo futurista, distópico y chungo", comenta Alberdi.

Entre lo épico y la parodia

Con esos mimbres han creado  24 composiciones musicales originales que cabalgan entre el rock, jazz, rap, reggae, calypso, tradición, baladas, improvisación… Un total de 15 profesionales de la escena dan vida a esta historia entre lo épico, la parodia, lo surrealista y la psicodelia. Un equipo creativo también ecléctico y heterogéneo compuesto en escena por profesionales como Julián Sánchez, Fernando Brox, Javier Viana, Joan Massana, Mele G. Ríos, Nía Cortijo, Zeque Olmo y detrás de ella por Iván Monje, Aitor Palomo y Dita Segura.

El espectáculo verá la luz los próximos 4 y 5 de febrero en el Isabel la Católica pero antes, el día 28 de enero, la librería en Tremenda acogerá también la presentación del Dis-cómic que lo acompaña y que podrá comprarse también esos días en el teatro municipal. Porque la propuesta del libreto no puede ser tampoco más original: la música de la obra se podrá escuchar a través de un código de descarga que se inserta en la aventura ilustrada que, a modo de cómic, cuenta las peripecias del protagonista. Alberdi explica que en esta parte del proyecto han contado con otro artista de granada: Miguel Osuna, El Bute.

El cartel de la ópera rock.

Así, con los fondos aportados por Murillo -que ejerce también de maestro- para el vestuario y la escenografía, y con mucho esfuerzo y entusiasmo por parte de todos, por fin se ha logrado lo que parecía imposible: materializar un proyecto de tal magnitud. Un collage sonoro que se presenta como una de las propuestas más sorprendentes que albergará el Teatro Isabel la Católica esta temporada y posiblemente en mucho tiempo. La ópera rock de una epopeya galáctica según la definición de sus creadores: "Hay historias que jamás debieron ser contadas, hay historias que jamás debieron ser silenciadas, tal vez por eso sea la nuestra una historia cantada. El viaje de un ser que busca una galaxia que acaso nunca existió…"