"La literatura se aposentó en mis entrañas como un virus contra el que no caben defensas". Esta frase de Gonzalo Torrente Ballester resume la importancia que tuvo para él su vocación literaria, pero el genial novelista destacó también en otras facetas como refleja una exposición de la Biblioteca Nacional.

Bajo el título de Los mundos de Gonzalo Torrente Ballester, la exposición recorre la trayectoria vital y literaria del escritor a través de más 200 piezas, muchas de ellas inéditas, y acerca al lector desde manuscritos, primeras ediciones, artículos de prensa, cartas y dibujos hasta objetos que le eran muy queridos al autor de Los gozos y las sobras, como sus teteras o las maquetas de barcos.

Organizada por la Sociedad Estatal de Acción Cultural y la fundación que lleva el nombre del escritor, la exposición se inauguró ayer, justo el día en que se cumplían doce años de la muerte de Torrente Ballester, ese autor que supo aunar en su obra lo racional y lo mágico, la lógica y la imaginación.

La infanta Elena, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; la presidenta de la SEAC, Charo Otegi, y la directora de la Biblioteca Nacional, Gloria Pérez-Salmerón, participaron, entre otros, en la inauguración de esta muestra que, en diferentes versiones, pudo verse en 2010 en ciudades como Ferrol, Salamanca, Logroño, Santiago de Compostela y Pontevedra.

Pero, como subrayó Miguel Fernández-Cid, uno de los comisarios, lo que podrá verse en la Biblioteca Nacional hasta el 6 de marzo contiene "un veinte por ciento de obras que son novedad". Los amantes de la literatura conocerán buena parte de los libros de Torrente Ballester, autor de títulos tan esenciales como La saga/fuga de J.B. y Don Juan, pero quizá ignoren esos otros "mundos" del poliédrico artista, que también fue profesor.