El cineasta y escritor David Trueba presentó ayer en Barcelona su tercera novela, Saber perder (Anagrama), en que refleja cómo el triunfo "se sobrevalora" en la actualidad y se ve "como si fuese algo perfecto", mientras que la vida real está "llena de pequeñas derrotas de las que hay que saber levantarse". "La vida tiene un final que no se parece en nada a recoger la medalla mientras suena el himno de tu país", así que "más vale empezar a saber perder", avisó Trueba, quien aseguró que siempre le ha "fastidiado" que el deporte "haya impuesto sus reglas de contabilidad a todo lo demás".

Uno de los cuatro protagonistas de Saber perder es Ariel Burano, un futbolista argentino que ficha por un equipo español y que va entreviendo que "no está preparado para protegerse en ese mundo en el que el público ve la fama, lo que menos ve el que está dentro", que, en cambio, todo lo que percibe es "la agresividad, la exigencia del entorno corrupto". La "aspiración a la perfección" es la "gran mentira" que la sociedad ha ido "inculcando" a los individuos, en lugar de "la gran verdad: con la gran imperfección que acumulas tienes que generar momentos de felicidad". Al final, todos los personajes "se enfrentan a problemas muy distintos" pero tienen en común "la doble vida". Sus historias se entrecruzan y el narrador, "que no se inmiscuye en lo que hacen", explica sus pensamientos y lo que les perturba. Como dice Trueba, "es la supervivencia" por encima del triunfo.