La Universidad de Granada rinde homenaje a José Heredia Maya
La institución reconoce en un acto académico la labor del poeta y dramaturgo y primer gitano español que se convirtió en profesor universitario en los años '70
Alzó su voz por el pueblo gitano cuando nadie se atrevía a hacerlo, cuando todavía, por los pueblos de España, la Guardia Civil tenía ese halo de mastodonte milenario que aplastaba las gargantas del mundo caló. José Heredia Maya, gitano granadino de Albuñuelas, poeta, dramaturgo y sabio, hizo temblar las paredes del país con su obra teatral Camelamos naquerar, que en 1976, cuando aún coleaba el franquismo pese a la muerte del dictador, se convirtió en la referencia del pueblo gitano y de sus aspiraciones: "Queremos hablar", rezaba el título. Heredia Maya, ahora vencido por una enfermedad degenerativa que le imposibilita hablar, recibió ayer el homenaje sincero y sentido de la Universidad de Granada. Su vida habló por él.
Fue el primero profesor universitario gitano que tuvo España. Enseñaba magisterio, trabajo que compatibilizaba con su pasión de poeta y dramaturgo. Fue de los primeros en darle al cante flamenco el rango de arte mayor. Y fue de los primeros en tender puentes entre payos y gitanos. El mundo intelectual granadino supo apreciar ayer todos los descubrimientos que hizo durante décadas José Heredia Maya.
El aula Federico García Lorca de la Facultad de Filosofía y Letras acogió el acto institucional en el que estuvieron presentes los representantes de esa institución y también los de la Facultad de Ciencias de la Educación, en donde durante tanto tiempo impartió clases. "Éste es un acto de cariño, de justicia y de reconocimiento", dijo el vicerrector de Extensión Universitaria, Miguel Gómez Oliver, en representación del rector de la Universidad, de viaje por Brasil.
Profesores, amigos, alumnos y admiradores se unieron ayer al acto en el que el dramaturgo, pese a sus dificultades, quiso estar presente, según confesó su esposa, Matilde Moreno. "Para él", dijo, "este acto es verdaderamente importante".
Los profesores Catalina González, Álvaro Salvador, Andrés Soria y Antonio Moreno fueron glosando uno por uno la figura de José Heredia Maya, la creación de su obra, que abarca títulos como la pieza teatral Macama Jonda, sobre el amor entre una musulmana marroquí y un cristiano español, o poemarios como Penar ocono, Charol, Juicio y experiencia o Sueño terral. También destacaron su montaje de Un gitano de ley, sobre el primer gitano que fue beatificado y que llegó a ser representado en El Vaticano. En el acto no faltaron los hijos del dramaturgo, José y Elías, que leyeron algunos de los poemas más significativos de su padre.
Nacido en 1947, José Heredia Maya se destacó desde pequeño por su inclinación a las letras, lo que propició que en Albuñuelas, el maestro y el cura del pueblo aconsejaran a la familia que hiciese todo lo posible para que el pequeño continuase estudiando. Eso hicieron y, años después, aquel muchacho se convertía en el primer profesor universitario de su etnia. Un gitano de raza.
La vida de José Heredia Maya siempre fueron los teatros, los libros de poemas, las lecturas y sus certeras reflexiones sobre el mundo. "Un granadino sólo puede vivir en Granada o en Nueva York", solía decir. "No soportaría vivir en ciudades menores como París o Londres", añadía con socarronería.
Su lucha por los gitanos lo hizo convertirse con la llegada de la democracia en una de las grandes referencias en la intelectualidad española. Sus montajes teatrales, contados y labioriosamente trabajados, eran una verdadera conmoción en los escenarios del país. Ayer se demostró que aquellos montajes, tantos años después, siguen conmoviendo.
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