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Vientos del Sur para Dylan

  • El músico, a punto de cumplir los 68 años, publica 'Together through life', un disco con aires fronterizos y mexicanos

Bob Dylan ha vuelto a hacer de las suyas. A punto de cumplir 68 años, el cantautor norteamericano ha dado un quiebro en su carrera musical y ha publicado, casi por sorpresa, Together trough life, un disco que huele a sonidos fronterizos por todos sus poros y que recuerda las viejas grabaciones de los años cincuenta en los sellos Chess y Sun Records. Lejos del exitoso último trabajo del cantante, Modern times, que alcanzó el número 1 en las listas norteamericanas, Together through life es una vuelta de tuerca, un nuevo experimento. Un trabajo que engancha al oyente escucha tras escucha.

"El director de cine francés Olivier Dahan me pidió que cumpusiera algunas canciones para la películas que estaba escribiendo y dirigiendo", comenta el cantante sobre el origen de este nuevo disco. "No fue muy específico en lo que quería, pero necesitaba una balada para el protagonista que tenía que sonar al final de la película. Esa canción es Life is hard. A partir de ahí el disco tomó su propia dirección".

En el nuevo trabajo colabora el guitarrista y acordeonista David Hidalgo, de Los Lobos, grupo mexicano con el que Dylan contactó hace años para una gira. El cantante se adentra por los sonidos fronterizos, pero también por aquellos de los años cincuenta en donde las principales influencias eran músicos como Howlin' Wolf o Muddy Waters. El resultado es un trabajo oscuro, inquietante y formidable.

Dylan quiso abandonar por completo la fórmula que tan bien le funcionó con Modern times. Y lo hizo a propósito. "Creo que exprimimos ese disco todo lo que pudimos y más", comenta en cantante en una entrevista concedida al periodista de Rolling Stone Bill Flanagan y que está 'colgada' en su página web. "Ordeñamos la vaca hasta dejarla seca. Todas las canciones de Modern times fueron escritas e interpretadas en el registro más amplio posible, de manera que tenían un poco de todo. Las canciones nuevas tienen un ribete más romántico".

Los diez temas del nuevo disco han contado también con la participación de Mike Campbell, guitarrista de los Heartbreakers de Tom Petty, y del poeta Robert Hunter, que ha firmado casi todas las letras con Dylan. El resultado es álbum "oscuro en el sonido y a menudo un disco desconcertante", según escribió en Rolling StoneDavid Fricke. "Dylan, que cumple 68 años en mayo, nunca había sonado tan asolado, tan enojado y tan lujurioso". Las críticas, no obstante, realzan que se trata de un trabajo francamente bueno y valiente.

Dylan explica el sonido poniéndolo en relación con los discos que salía en Chicago en los años cincuenta. "Me gusta el aire de aquellos discos, la intensidad", le confiesa a Bill Flanagan. "El sonido no estaba nada recargado. Había potencia y misterio. Toda la vibración parecía estar saliendo de tu cabeza. Era algo vivo. Creo que ése es mi sonido favorito para un disco". El cantante explica que lograron ese sonido por la manera de tocar los instrumentos.

Es curioso que el anterior disco en el que Dylan pidió la colaboración de un poeta para escribir los textos fuera Desire, otro trabajo inspirado en los ambientes mexicanos y en los sonidos sureños. Con Hunter en Together through life Dylan hace un trabajo perfecto. "Toda la noche/tumbado sin dormir y escuchando el sonido del dolor", escribe en la canción Forgetful heart, "la puerta se ha cerrado definitivamente/si es que alguna vez hubo una puerta".

Canciones de amor y desolación y una infinita tristeza conforman el nuevo trabajo dylaniano, puesto a la venta el pasado día 28 y del que los fans del músico pudieron tener un adelanto en marzo a través de su página web. Parece que Dylan también ha tenido que claudicar a la dictadura del mp3 y adaptarse a las vicisitudes de internet.

El cantante regresa casi a sus orígenes y hace una curiosa excursión por el folk, el rock y hasta suelta algún pequeño guiño al jazz a lo largo de los diez temas incluidos en el álbum.

Dylan, que a comienzos de los años noventa atravesó una profunda crisis musical, parece estar ahora totalmente recuperado, más maduro que nunca, más experimental y más arriesgado. Es consciente de que tiene público para cualquier estilo que él desee practicar.

"No hay consenso unánime entre quienes me escuchan", le dice a Flanagan. "A alguna gente le gustan más las canciones de mi primera época; a otros, de la segunda. A algunos les gustan mis canciones cristianas, a otros, las colombinas, a otros las pre rafaelistas. Alguna gente prefiere mis canciones de los años noventa. Veo que ahora a mi público no le precoupa de qué época son mis temas. Sienten el estilo y la sustancia de forma visceral, y van hacia ellas así". Dylan es eterno.

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