Fiel a sí mismo y también incansable. Así es Wim Mertens. Ayer compareció en rueda de prensa en el Palacio de la Madraza para hablar de su concierto de la noche en Carlos V. "Será toda una experiencia tocar en un espacio con tanta mezcla de culturas", dijo. Vestido rigurosamente de negro y con una actitud muy educada habló de su nuevo disco Charaktersketch, un ejercicio íntimo de piano y voz que surge, como en el resto de su obra, "de una estructura sin terminar, abierta a otras artes, que huye de la verticalidad europea y donde el azar tiene un gran protagonismo", explicó.

Su nuevo trabajo forma parte de una trilogía que publicará el año que viene. "Es mi nuevo proyecto, en el quiero volcarme intensamente. Mi sueño sería poder tocar la trilogía en un solo día".

Pieza clave del minimalismo europeo, Mertens tuvo un gran éxito en los años 80, sin embargo, asegura que no se ha quedado en aquella etapa. "He evolucionado, me gusta pensar en la relación de la música y los cambios sociales y políticos, por eso hice estudios sociales y luego música. De esta manera tu música jamás se estanca. Me declaro un músico absolutamente independiente".

Wim Mertens, compositor belga nacido en 1953 estudió en el Conservatorio de Bruselas y se graduó en Ciencias Políticas y Sociales y en Musicología. Toca el piano y la guitarra clásica. "Para llegar a la praxis de la música, mi generación trató de unir la teoría con la práctica, me gusta trabajar con todo tipo de músicos, soy muy polifacético".

Desde 1980 ha compuesto muchas obras en diferentes formatos, desde canciones o Lieder breves y accesibles hasta ciclos compuestos de tres y cuatro partes. También propuestas dirigidas a agrupaciones muy distintas, desde piano solo a orquestas de cámara. Ha hecho orquestaciones inusuales, originales y sorprendentes, utilizando grabaciones multi-track: doce piccolos, diez trombones, trece clarinetes, trabajos registrados en más de 60 álbumes. "Siempre hay que tener una actitud abierta, pensar en conectar con la audiencia, olvidarse de que existen los fallos", comentó.

Mertens ha creado bandas sonoras para películas, como la famosa The Belly of an Arquitect del director británico Peter Greenaway. En el campo del teatro destaca la música que escribió en 1984 para la obra The power of Theatrical Madness, de Jan Fabré, que después se publicó en forma de doble LP Maximizing the audience, que originó una gran polémica. "Es interesante componer tanto para cine como para teatro, pero el teatro tiene menos imperativos. En el cine la música acompaña lo que estamos viendo en la imagen, por lo que los tiempos son mucho más exigentes".

La situación actual del mercado musical la considera "muy complicada, y para los jóvenes que empiezan ahora aún va a ser más dura". En España siempre se siente confortable actuando, "el público español siempre ha aceptado muy bien la introducción de la voz en la música, quizás por la herencia del flamenco. La fonética es muy importante, creo que es interesante introducirla con el piano. Hay que encontrar la propia voz y usarla en un acto casi de violencia, ya que supone un esfuerzo. En España encuentro la audiencia que buscaba en los 80". Para el conocido compositor e intérprete, cuanta más distancia toma de la Europa central "menos público conservador he encontrado".