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Yung Beef, el 'trapero' de Calvin Klein

  • El artista granadino, líder de la banda Pxxr Gvng que ha dinamitado el panorama musical español, es la nueva imagen de la marca de ropa y ha desfilado en la Semana de la Moda de París

Yung Beef es un disparo en mitad del polígono. Los adolescentes tienen que escuchar su música en auriculares si no quieren que a sus padres les de un infarto fulminante. Y si algún director quisiera actualizar Perros callejeros debería empezar por olvidarse de Los Chunguitos y ponerse en contacto con Pxxr Gvng, la banda con la que Yung Beef ha conseguido poner la banda sonora de la calle más árida, esa que tiene dos mil esquinas, portales más blindados que Fort Knox y hogueras como calefacción central de las avenidas. Yung Beef nació en Granada en 1990, arrasa en la música y en las redes a base de trap y, además, es la nueva imagen de Calvin Klein. Lo suyo no son las Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Neruda, en sus temas presume de "tener un millón de putas bloqueadas en el guasap" y le da "gracias a Dios por la droga", pero la multinacional ha puesto sus ojos en él como el perfecto representante de la verdad de la calle. Y no es casualidad, los departamentos de marketing de las grandes multinacionales son los que están perfectamente al tanto de lo que se cuece en las plazas, de la cultura que hierve y de la que se evapora. Por eso Yung Beef exhibe ahora calzoncillos de la marca norteamericana.

El granadino está bien lejos del glamour de David Beckham y su aire de gentleman tatuado del siglo XXI con modales exquisitos. Tampoco es Justin Bieber, un tierno cantante que deja sus excesos para la intimidad, pero que canta canciones con letras que podrían ser la banda sonora de una película de Walt Disney. En España, el tenista Fernando Verdasco también es imagen de Calvin Klein, pero en su biografía aparecen detalles como que es el actual novio de Ana Boyer, la hija del fallecido superministro socialista y de la reina del papel couché Isabel Preysler. Yung Beef fuma marihuana en su vídeos como si no existiera un mañana y canta letras que alguien no avisado podría denunciar al Instituto de la Mujer, aunque él defiende que no es machismo ni por asomo, que es el lenguaje del barrio sin filtros.

En su DNI aparece como Fernando Gálvez y vivió gran parte de su vida en Granada siendo parte del grupo Kefta Boyz donde conoció a Khaled, el otro gran bastión de Pxxr Gvng, que desde 2014 tiene su base de operaciones en Barcelona. Antes de comenzar en el mundo de la música estuvo trabajando en Marsella y Londres durante cuatro años y medio en el sector de la hostelería haciendo las camas en varios hoteles. Ahora, los grandes suplementos culturales del país les incluyen en sus páginas junto a premios Nobel después de dinamitar los cánones del rap haciendo de internet el arma definitiva.

Apodado El Seco, este verano desfiló en la Semana de la Moda de París y dos de las marcas más reputadas de la streetwear internacional, que cuentan entre sus seguidores incondicionales a músicos como Kanye West, A$AP Rocky, Rihanna o Kendrick Lamar, contaban en la capital de la moda con Yung Beef como modelo.

Es la antítesis de John Wayne en El hombre tranquilo, la película de John Ford en la que, al entrar en un bar, le preguntaban si quería agua con el whisky. "Cuando bebo agua bebo agua, cuando bebo whisky bebo whisky", respondía en la piel de Sean Thornton. Pero Yung Beef mezcla el hip hop y el reggaeton, además de diversas sustancias estupefacientes. Pxxr Gvng es una bomba nuclear que tiene rendidos a sus pies a los viejos raperos del país, revientan festivales como Sonar o Primavera Sound y multinacionales como Sony se dejan los nudillos llamando a su puerta hasta que miran por la mirilla. Ahora, el líder de la banda también cobra por exhibir calzoncillos, lo mismo que hacen gratis el resto de hiphoperos del mundo.

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