El amor lésbico de 'Carol ' arrasa en Cannes
Cate Blanchett recibe la mayor ovación del festival por su papel de una mujer casada, acomodada y una doble vida
Las pasiones prohibidas y los amores destructivos centraron ayer la competición oficial del Festival de Cannes en la que Todd Haynes arrasó con su amor lésbico ambientado los años 50, Carol. La francesa Maïwenn también tuvo una buena acogida con el adictivo amor de Mon roi, aunque se escucharon algunas voces disconformes.
Haynes traslada al espectador al Nueva York de comienzos de los años 50 para mostrar el amor prohibido -entonces era un delito- entre una mujer casada, sofisticada y acomodada, a la que encarna Cate Blanchett, y una joven dependienta de unos grandes almacenes amante de la fotografía, a la que da vida Rooney Mara.
Prácticamente toda la crítica ha caído incondicionalmente rendida al mundo que crea Haynes y la fascinación que despierta Blanchett en esta cinta, en la que deja en un inmerecido segundo plano la labor de Mara encarnando a una joven discreta e insegura.
Carol es ante todo una película sobre el hecho de estar enamorado, sobre ese tsunami que viven las personas, independientemente del sexo que sean, han destacado en Cannes sus protagonistas. La película se proyectó coincidiendo con el día internacional contra la homofobia. La australiana Blanchett defendió en rueda de prensa que "la sexualidad es un asunto privado" y recordó además que en 70 países sigue siendo ilegal mantener relaciones con personas del mismo sexo. "Si no eres homosexual o lo eres parece que hay que hablar sin parar sólo de eso y no de otros aspectos de la personalidad", señaló la actriz.
A pesar de que las cosas han evolucionado desde los años 50 en Estados Unidos, cuando las relaciones homosexuales eran consideradas un delito, Blanchett cree que seguimos viviendo "momentos profundamente conservadores". Su compañera de reparto, Rooney Mara, apostilló: "Tenemos todavía mucho camino que recorrer antes de que dejemos de hablar del tema". Para Blanchett, en 2015 a nadie le debería importar la orientación sexual de otra persona.
Conocido por abordar en sus trabajos la temática homosexual, Haynes concurrió por primera vez en Cannes con Velvet Goldmine (1998), pero el gran salto a la fama con aclamación de público y crítica lo dio con Far From Heaven, en el que una ama de casa (Julianne Moore) de los años 50 descubre que su marido es homosexual.
El director de I'm not there, en la que llamó la atención la interpretación de Blanchett transformándose en Bob Dylan, concurre ahora con una novela mítica dentro del mundo homosexual. La cinta se basa en la novela de Patricia Highsmith The Price of Salt, que se publicó bajo seudónimo y cuya autoría no fue reconocida por la propia escritora hasta muchos años después. Además, es la única novela de Highsmith que no trata el género policíaco. Blanchett, que todavía no ha levantado el premio a la mejor intérprete en Cannes, inaugura con su interpretación la carrera para los Oscar del año próximo. Ya tiene dos de las preciadas estatuillas, pero será difícil obviarla en las nominaciones.
También tuvo una buena acogida aunque menos entusiasta Mon roi, la primera de las cinco películas francesas a concurso, que se centra en la relación a lo largo de diez años de una abogada (Emmanuelle Bercot) y un empresario de la restauración (Vincent Cassel) que se enamoran locamente y viven un amor destructivo por el control psicológico que él ejerce sobre ella.
Maïwenn considera que este tipo de adicción no es sólo exclusivo de mujeres. Los hombres también la sufren, "pero la expresan de forma diferente", señaló la cineasta, que dejó la escuela a los 12 años y comenzó a actuar y a los 16, se casó con Luc Besson y fue madre.
También te puede interesar