El andaluz Guillermo Weickert, Premio Nacional de Danza

El Ministerio de Cultura distingue a un "artista de referencia para diferentes generaciones" por la "solidez" de su trayectoria.

El triunfo de la retórica barroca

Guillermo Weickert (Huelva, 1974). / D. S.
Braulio Ortiz

02 de octubre 2025 - 16:50

El onubense Guillermo Weickert, reponsable de espectáculos como Go with the flow, Lirio entre espinas o el más reciente Luz sobre las cosas, y un intérprete en cuya carrera abundan otras colaboraciones con artistas y compañías como Sol Picó, Álex Rigola, Carlota Ferrer o Baro d'evel, ha sido reconocido este jueves por el Ministerio de Cultura con el Premio Nacional de Danza. El fallo del jurado destacó la "solidez" de la trayectoria de este coreógrafo, actor, bailarín y director de escena (Huelva, 1974), según anunció el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música, que otorga este año también el galardón a la gallega Janet Novás, distinguida por "la excelencia técnica y el gran magnetismo".

El Premio Nacional de Danza, de cuyo jurado formaban parte la crítica de Diario de SevillaRosalía Gómez y el hasta hace unos meses director del Teatro Central Manuel Llanes, celebra la "calidad y originalidad" de su pieza Luz sobre las cosas, una coreografía "fascinante en su uso de la luz y el espacio, que conecta con la percepción del cuerpo y la libertad creativa" de Weickert. Según el fallo, esta pieza que se estrenó en el Teatro Central y en el Mercat de les Flors se une a otros espectáculos de enorme riesgo presentados en los últimos años que "confirman la solidez de una trayectoria que le ha situado como un artista de referencia para diferentes generaciones en España y en el panorama internacional".

El trabajo de Weickert, estrechamente vinculado a la productora El Mandaíto, ya fue reconocido hace dos años por su "apasionada curiosidad" con el Premio Salvador Távora en la Feria de Artes Escénicas de Palma del Río. "¡Pero si mi carrera como creador es cuando puedo y cuando tengo para invertir en ella!", confesaba entonces a este periódico. "Frente a otra gente que está haciendo un esfuerzo titánico por sacar un discurso artístico, esa gente que rechaza otros trabajos sólo para centrarse en lo suyo, no sé si mi compromiso con mi propia creación está a esa altura", decía con humildad, antes de reflexionar sobre la profesión.

"Tengo la sensación de que la dificultad que hay aquí para crear te obliga a hacer otras cosas, lo cual no tiene por qué ser malo", aseguraba en esa charla con este diario Weickert. "Yo hace mucho tiempo que considero la docencia una extensión de la obra artística, e igual no habría llegado a ella si me hubiese encerrado en mi compañía. Los talleres me permiten estar en contacto con gente muy joven que no habría conocido de otro modo".

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