Antonio Rey brilló en la Bienal de Flamenco de Granada

El dos veces ganador de Latin Grammy, el guitarrista Antonio Rey, actuó en la Abadía del Sacromonte en el marco de la I Bienal del Flamenco de Granada. El concierto reunió a numerosos amigos y admiradores del músico. Entre ellos, su padre y primer maestro, también guitarrista Tony Rey, y el famoso Pepe de Lucía, que viajó hasta Granada para acompañar a Antonio Rey en esta cita.

Acompañado por un grupo de ocho artistas, Antonio Rey ofreció un recorrido sonoro que unió la tradición más pura con toques contemporáneos. El espectáculo fue un diálogo entre instrumentos, cante y baile, con un ritmo que nunca perdió intensidad. Sin grandes artificios ni concesiones al exceso, la propuesta se sostuvo en la solidez del grupo y en la capacidad de Antonio Rey para guiar el conjunto con naturalidad.

Sobre el escenario, el guitarrista desplegó su virtuosismo acompañado por la bailaora granadina Kika Quesada, cuya energía y fuerza marcaron algunos de los momentos más aplaudidos de la noche. La flauta de Juan Parrilla (Alikante) aportó frescura y ligereza, mientras que la voz de Mara dio hondura y emoción a cada compás. A su lado, Tony Rey y Manuel Heredia reforzaron la base guitarrística con precisión y elegancia. El pulso lo mantuvo firme Ané Carrasco a la percusión, junto al bajo de Ismael Alcina, que tejió el puente perfecto entre las cuerdas y el baile.

Uno de los momentos más emotivos del concierto, que se prolongó durante casi dos horas para deleite del público, llegó cuando Antonio Rey invitó a subir al escenario a su padre, el guitarrista Tony Rey. Padre e hijo compartieron entonces una interpretación que emocionó a todos los presentes. Tras la actuación, Antonio confesó que le resultó difícil tocar delante de su padre, quien fue su primer maestro de la guitarra y que ese instante había sido especialmente intenso y significativo para él.