"He aprendido mi profesión con la Orquesta Ciudad de Granada, ¡un lujo!"

Germán clavijo Director de Orquesta

El músico dirige esta noche un festivo y alegre Concierto de Año Nuevo con obras de Verdi, Falla y Brahms, entre otros Cuenta con la colaboración de la soprano Irina Lévian

Germán Clavijo se pondrá hoy al frente de la OCG.
Germán Clavijo se pondrá hoy al frente de la OCG.
Brígida Gallego Coín Granada

02 de enero 2016 - 05:00

Después de nueve años como solista de viola en la OCG, Germán Clavijo vuelve esta noche -Auditorio Manuel de Falla, 20:30 horas- para ponerse al frente de la formación granadina y ofrecernos un agradable concierto de Año Nuevo haciendo un recorrido por las más famosas partituras de la tradición vienesa, además de obras de Verdi, Falla y Brahms. La soprano Irina Lévian, contribuirá al éxito de una velada deliciosa que ya se ha convertido en toda una tradición con su invitación a la alegría y el disfrute.

-Ha sido usted el primer argentino nombrado miembro estable de la London Symphony Orchestra, puesto que ocupa desde 2009. Ha desarrollado su formación con Ljerko Spiller en Buenos Aires y más tarde en Londres con Jack Glickman y Rachel Podger y música de cámara con David Takeno, entre otras actividades. Esta noche vuelve a la OCG, como director, después de casi una década como solista de viola.

-En 2009, después de nueve años como solista de viola, dejé Granada y la OCG en busca de nuevos horizontes. Creo que era el momento adecuado para comenzar un nuevo capítulo de mi vida, a nivel personal y artístico. La OCG me brindó una enorme experiencia, aprendí la profesión aquí. ¡Un lujo!

-¿Qué ha sido de su carrera en este tiempo?

-Han sido unos años de ensueño. Formar parte de una formación centenaria como la London Symphony Orchestra y trabajar con los más grandes músicos y directores te proporciona la posibilidad de crecer y vivir la música con una enorme intensidad.

-Ha madurado artísticamente, ¿cómo se siente dirigiendo la OCG?

-Creo que los músicos vivimos en constante transformación y desarrollo. Nos nutrimos diariamente de artistas de todas las disciplinas, lo que hace que el proceso sea tan fascinante como infinito.

-¿Comenzó en el mundo de la música de manera vocacional, lo iniciaron sus padres?

-Mi hermano mayor comenzó a estudiar violín y al poco tiempo quise seguir sus pasos. Jamás imaginé dedicar mi vida a algo que estuviese alejado de la música y el arte.

-Un argentino en Londres, ¿es eso fácil?

-Londres es una capital mundial de enorme riqueza cultural. Para los de sangre latina nunca es del todo sencillo pero tenemos mucho que admirar y aprender del modo de trabajar de los británicos.

-Aún no ha cumplido 45 años, ¿hay una moda de directores jóvenes triunfando?

-A nivel dialéctico el término triunfo no me agrada en demasía. Está relacionado con el éxito personal y yo no me dedico a la dirección de orquesta por una cuestión de ego, y no lo digo con falsa modestia. Es evidente que la industria y en general el público, desean descubrir nuevos valores que aporten una personalidad y una visión fresca y novedosa para terminar de dar un fuerte impulso a la música llamada clásica.

-¿Conoce al granadino Pablo Heras? Su éxito es arrollador.

-Conozco a Pablo desde sus comienzos. Es un trabajador incansable, tiene muchísimo talento y abarca un repertorio muy variado. Una carrera meteórica que seguro nos guarda muchas alegrías. Un orgullo para Granada y España.

-¿Se puede dirigir bien a cualquier edad o la madurez imprime cierto carácter? Quiero decir, ¿dirigir bien es cuestión de talento o es necesario estar curtido?

-Entre los músicos de orquesta se suele decir que a un director no habría que criticarlo con dureza hasta que llega a los 55 ó 60 años de edad. Y a juzgar por los hechos podríamos afirmar casi sin excepciones que sólo a partir de esa edad se fusionan en un director la experiencia artística y la madurez personal.

-¿Qué podremos escuchar en el concierto de esta noche?

-Escucharemos una hermosa selección de piezas que se adaptan muy bien a a la fineza y calidad que siempre ha caracterizado a la OCG. Obras maravillosas de Strauss, la Obertura del Cazador Furtivo de Weber, dos arias formidables de Verdi a cargo de la soprano Irina Lévian y danzas de Brahms y Manuel de Falla.

-¿Hará usted bromas al más puro estilo vienés como sacar su móvil en pleno concierto, etc?

-Algo se me ocurrirá (risas).

-¿Le gusta el concierto de Año Nuevo de Viena? ¿Cree que algo así sería posible en España? Me refiero a un gran concierto por la mañana del día 1 de enero en un escenario como el del Real, por ejemplo.

-A mí me gusta la buena música, cualquier día del año es una excelente ocasión para abrirnos a la emoción. Quizás sea hora de encontrar nuestro propio sello artístico y dejar que se vaya, poco a poco, creando la tradición.

-¿Qué le pide al 2016?

-Salud y mucha cultura para todos. Tengo tres hijas nacidas en Granada y es una enorme ilusión recibir el 2016 aquí. Qué mejor comienzo que empezarlo dirigiendo la OCG.

-Un año que empieza se presta a hablar de retos.

-Tengo muchísimos retos por conseguir, mucha música por descubrir y mucha por redescubrir desde la dirección. Piano piano … sin prisa pero sin pausa.

-¿Algún propósito de Año Nuevo?

-Me encantaría ayudar a facilitar la colaboración entre las diferentes artes escénicas y también con la literatura.

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