El arte autónomo

Treinta y cinco alumnos de último curso de la Facultad de Bellas Artes Alonso Cano muestran en la Sala AlTemple obras que hablan de la abstracción como un tipo de arte que funciona por sí mismo l La exposición se puede ver en la sala AlTemple de martes a domingo hasta el 26 de abril.

1. 'Ser', acrílico sobre tela de Pablo Ruiz González. 2. Cecilia Prieto Sánchez aporta esta instalación proyección de medidas variables en la que habla de las migraciones. 3. 'Mirar y no ver', de Joshué Guerrero, una instalación con spray, acrílico, parafina y collage sobre tabla. 4. 'Miedo', de María de la Sierra, acrílico sobre tabla. 5. Un espectador mira los cuadros de una de las salas de AlTemple.
1. 'Ser', acrílico sobre tela de Pablo Ruiz González. 2. Cecilia Prieto Sánchez aporta esta instalación proyección de medidas variables en la que habla de las migraciones. 3. 'Mirar y no ver', de Joshué Guerrero, una instalación con spray, acrílico, parafina y collage sobre tabla. 4. 'Miedo', de María de la Sierra, acrílico sobre tabla. 5. Un espectador mira los cuadros de una de las salas de AlTemple.
Manuela De La Corte

20 de abril 2009 - 05:00

Todo surgió a raíz del estudio de un libro. El arte ensimismado enseñó a 35 alumnos del último curso de la Facultad de Bellas Artes Alonso Cano que la pintura ensimismada es aquella que no busca la representación sino la autosuficiencia. Ensimismados es una exposición que funciona por sí misma porque desarrolla esa idea: la abstracción es autónoma e independiente.

Unidos por ella, aunque la protagonista indiscutible sea la pintura, los jóvenes artistas han recurrido también al vídeo o la instalación para hablar de los Amores que matan, el Miedo, el Viaje o el Recuerdo no vivido. No obstante, si por algo se caracteriza la muestra es porque la mayoría de los alumnos han optado por no titular su obra para no condicionar al espectador, siguiendo el guión de la funcionalidad de las pinturas en un solo vistazo.

Papel, acetato, pintura o acrílico dejan a los creadores libertad absoluta para expresar todo lo que quieran. Nada está fijado. Ni estilo ni temática.

Es el caso de Cecilia Prieto. En la instalación proyección que presenta -todos han escogido su obra 'culmen' de la carrera-, la artista habla de los movimientos migratorios actuales utilizando a través de la pintura "conceptos como el de habitabilidad, invasiones o abandonos" en una clara crítica del sistema capitalista en el que vivimos. Se trata de múltiples cápsulas de diversos colores que se integran o separan en un abigarrado conjunto que dice muchas cosas.

Francisco Javier Álamo propone en In/Out un curioso montaje en técnica mixta que utiliza la transferencia de fotografías a la madera. El joven ha utilizado una barra para colgar de ella tablas de madera con imágenes de una fachada de una casa antigua. Es un juego en el que no se sabe muy bien desde dónde se mira, si de dentro a fuera o al contrario.

Otra idea interesante es la que expresa Joshué Guerrero en Mirar y no ver. Algo que a simple vista es un cuadro cubierto homogéneamente de spray y grafiti dice mucho más si el espectador se acerca. Guerrero ha instalado delante del cuadro un pupitre que invita a sentarse y descubrir que si se mira bien se pueden leer cientos de citas de escritores. En la obra el joven critica esa ignorancia y rapidez con la que muchos espectadores observan una exposición sin pararse en los detalles.

Explica Cecilia Prieto que al tratarse de un grupo de alumnos en la etapa final de sus estudios, algunos de ellos se enfrentan por primera vez al reto de exponer y "supone una oportunidad" para darse a conocer. No obstante, se trata de obras de gran calidad que suponen su "proyecto personal" de final de carrera. Fernanda García Gil, profesora de la asignatura Pintura y abstracción, ha sido la principal impulsora de esta exposición.

La galería ofrece la oportunidad de ver Ensimismados a lo largo de un recorrido por diferentes salas que ha tratado de 'dividir' por formatos la numerosa colección. Así, una primera parte ofrecería la pintura más expresiva y natural. La que tiene más que ver con el paisaje y con los tonos rojizos. Al fondo, un cuadro en colores fluorescentes comienza a hablar en otro lenguaje. Un lenguaje propio de la geometría y que utiliza colores más llamativos. Junto a él, Visitación Ortega ha creado una curiosa instalación con grifos de los que surgen telas de colores. En otra sala, las líneas son más gestuales en formatos de gran tamaño. AlTemple ha escogido para su sala de arriba obras con los colores del campo, marrones y dorados que muestran animales como los de Raquel Soto.

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