Artistas de Granada | Julia Santa Olalla

Los esquemas de la pintura moderna

  • La creadora da muestras, desde el comienzo, de una fortaleza creativa sin resquicios

La pintora Julia Santa Olalla en una imagen de archivo

La pintora Julia Santa Olalla en una imagen de archivo / O. Barrionuevo

Otra de las artistas nuevas que, ya, forman parte de ese esclarecedor segmento de la pintura granadina es Julia Santa Olalla. Joven que con sus preclaros signos de una obra convincente ha sabido posicionarse en lo mejor de ese arte andaluz que va conquistando fronteras gracias a una determinante concepción de la creación nueva en la que no caben medias tintas.

Nacida en Granada, la Facultad de Bellas Artes fue su destino donde cursaría la carrera con el entusiasmo de quien sabe lo quiere y lo tiene muy claro desde el principio. Algo que, también, debido a su espíritu inquieto y buscador de experiencias positivas, la llevó a completar formación en la Facultad de Belle Arti di Brera en Milán, gracias a una Beca Erasmus.

Conseguida la licenciatura, pronto da muestras de que los excesos conceptuales que, tantas veces, marcan las directrices de los estudiantes, sólo deben servir de poderosa apoyatura que completen y argumenten el final testimonio de una pintura que debe estar muy bien ejecutada, con los argumentos claros y el conocimiento de los medios para, después, actuar con convicción y claridad de ideas.

Una obra de la creadora granadina Una obra de la creadora granadina

Una obra de la creadora granadina / G. H.

El gran problema de muchos jóvenes es que sobreactúan con las ideas sin creer que el oficio artístico es algo secundario. Muchas buenas intenciones artísticas se han visto coartadas por carecer de un correcto planteamiento técnico en el que asentar los principios de una plástica bien organizada. Julia Santa Olalla da muestras, desde el comienzo, de una fortaleza creativa sin resquicios que le abre de par en par las infinitas posibilidades de un arte abierto a lo mejor.

Pronto expone en espacios de importancia y logra reconocimientos de alta significación -el Premio Ciudad de Alcora en Valencia, las estancias en la Konvent de Barcelona y en la residencia Homeless en Miami; así como el premio en la XVIII edición del XVIII Timoteo Pérez Rubio de Badajoz, el Manuel Ángeles Ortiz de Jaén o el de la Fundación Aguas de Granada, algunos de los que cuenta en el haber de una autora en abierta proyección- siendo la artista elegida para la convocatoria de 2020 del fundamental Iniciarte, que la Junta reconoce a los artistas jóvenes de mayor interés y que le permite la exposición de un proyecto expositivo en las más importantes salas pertenecientes a la Consejería de Cultura.

Con este completo bagaje, la joven granadina se encuentra, ya, en los ambientes de una plástica española que, desde Granada, asume unos tiempos con las mayores y las mejores expectativas. Fue en la exposición del Palacio de los Condes de Gabia, imprescindible estación de paso para conseguir que el tránsito artístico circule por buenas vías, donde nos dimos con la pintura de una artista que dejaba entrever magníficas circunstancias.

Una imagen de una exposición suya Una imagen de una exposición suya

Una imagen de una exposición suya / G. H.

Muchas eran las posiciones que nos hacían pensar en ello. Lo primero, que se ofrecía pintura pintura; nada de experimentaciones efectistas a la búsqueda de dudosas empatías. La oferta de Julia Santa Olalla era clara; un discurso artístico perfectamente sustentado en una idea bien acertada y sabiamente llevada a la practica con orden, criterio y solvencia creativa.

Algo que muchas veces echamos en falta en los que comienzan, imbuidos de lógicas pero poco sensatas actuaciones. La artista granadina presentaba proposiciones pictóricas muy bien planteadas, con sabios y contundentes recursos plásticos y argumentaciones pictóricas que entrañaban los postulados de una pintura realizada con mucho rigor y determinación.

Podríamos decir que el trabajo de Santa Olalla se adscribe a los planteamientos que animan la pintura moderna -creo, además, que sus argumentos son los lógicos de la pintura actual y los que deberían regir como los registros más válidos para la nueva representación pictórica-. Su obra goza de los justos y compactos desarrollos creativos de la gran pintura de siempre; es decir, aquellos que no tienen ni tiempo ni edad, que son clásicos y, por tanto, eternos; en definitiva, los que descubren al artista con mayúsculas.

Escalera cubana Escalera cubana

Escalera cubana / G. H.

Además de eso, plantea una ilustración de la realidad que encierra más que visualiza. Sus obras son escenografías de una situación que ella plantea con contundencia formal pero que provoca nuevos episodios presentidos; es decir, no manifiestan las exactitudes de un hecho sino que suscriben esquemas donde se adivinan conceptos, donde la idea promueve estados de emoción, donde la poética de lo real se argumenta con desenlaces mediatos; espacios presentidos dentro de realidades. La sociedad actual está llena de imágenes, existe como un bombardeo escenográfico que contamina y del que hay que tomar distancia para poder subsistir sin desfallecer ni caer en ambientes alienantes.

Ahí es donde incide la obra de Julia Santa Olalla. Por sus paisajes, con la naturaleza compartiendo espacios ficticios; por sus escenas de interiores, con los elementos argumentando escenografías a contracorriente; por sus personajes, con lo real velando sus límites, la artista recrea posiciones de contrarios; lo posible juega con circunstancias imposibles; lo ausente argumenta esquemas presenciales o la presencia suspende su realidad para transportar a formas no inmediatas.

Estamos ante una artista que no deja indiferente; una pintora que pinta; no que juega a adivinanzas extrañas; una autora que deja bien a las claras que la pintura es una fórmula para crear estados de emoción desde los espacios de la representación construidos con los esquemas verdaderos de la pureza artística.

Julia Santa Olalla hace posible que la fiesta de la pintura siga siendo una absoluta realidad; no el testimonio presentido que transporta a remotos paisajes de imposibles.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios