El ballet de 'Mary Poppins' llega al Teatro Isabel la Católica por partida doble

Mary Poppins llegó a la vida de millones de niños y adultos a través del cine en 1964. Desde el mismo momento en que los azúlismos ojos de Julie Andrews asomaron en la pantalla bajo el sombrero negro adornado con flores y frutillas, el encanto del clásico de Disney no ha hecho más que crecer. La cinta tuvo una secuela cinematográfica 2018 protagonizada por Emily Blunt y varios años antes, en 2004, la mágica niñera inglesa había tenido su primera versión musical en Londres. El hechizo del mundo de ilusión al que se podía acceder de su mano ha seguido atrapando a todo tipo de públio y creadores y ahora llega al Teatro Isabel la Católica en forma de ballet. La obra es una coreografía de Carmen Sánchez, directora y alma del estudio de ballet que lleva su nombre situado en la calle Casillas del Prat. Tras la venta de todas las entradas de la función 20:00 horas del próximo 16 de octubre, se ha anunciado una nueva cita a las 18:00 horas.

Desde hace 20 años, la academia, consciente de que el porcentaje de alumnos que pueden dedicarse luego profesionalmente a la danza es bajo, organiza ballet completos que los discípulos pueden llevar a los escenarios. Desde entonces, cuenta la directora, han creado ballets como Pulgarcita, Alicia en el País de las Marvillas, La Bella Durmiente o La Bella y la Bestia. Ahora reponen este ballet en el que participan 80 alumnos entre cuatro y cincuenta años que se estrenó por primera vez en Atarfe en el año 2024 y se recuperó en abril de 2025 con un pase benéfico como el que se ofrecerá en octubre, por que en esta ocasión la doble función también es por una buena causa: la de la Asociación para la rehabilitación y conservación de iglesias y monumentos que se suma a la de la ONG Agua de Coco.

La asociación patrimonial nació hace dos años con la intención de rescatar de la desaparición por desidia diferentes estructuras arquitectónicas relevantes de la provincia. Dicha asociación granadina se dedica a la restauración de edificios monumentales, preservando y revitalizando estos espacios para futuras generaciones, con una profunda reverencia por el patrimonio cultural, pues su misión es devolverles su esplendor original. Por ahora, ha centrado sus objetivos en restaurar y conservar la Iglesia de la Encarnación de Colomera y, especialmente, la de Santa María la Mayor de Guadahortuna, aunque también ha conseguido mejoras en la Ermita de Tablate.

La asociación

El presidente, señala Faustino Jiménez, director de la entidad protectora del patrimonio, explica que la iniciativa es una de las diversas propuestas emprendidas por la asociación, como sorteos o comidas, que ya ha logrado reunir más de 9.000 euros y cuenta con 260 socios y 150 colaboradores. Por ahora, el principal objetivo la restauración de la Iglesia de Santa María la Mayor, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1983.

Esta construcción ocupa un lugar relevante en los trabajos renacentistas en la provincia de Granada. Promovida por el arzobispo Pedro Guerrero, su elevación coincide con la de las iglesias de los municipios de Iznalloz (1549), Montefrío (1543), Moclín (1543), Íllora (1545), Colomera y Montejícar. Construcciones todas ellas en las que participó de forma más o menos amplia el arquitecto Diego de Siloe, el mismo que elevaba en aquellos años la Catedral de Granada.

El artífice y creador de la Asociación para la rehabilitación y conservación de iglesias y monumentos critica que “sin la ayuda de las instituciones es imposible realizar esta labor" y afirma que la finalidad de estas actividades también es "hacer ruido" para llamar la atención sobre la situación de estos templos.

En cuanto al dinero que reciba la asociación, el promotor aclara que todo el dinero recaudado hasta la fecha está en una cuenta corriente creada a tal propósito y los fondos no podrán tocarse hasta que se apruben los proyectos y licencias pertientes.