La Bienal de Flamenco de Granada arranca con el duende de la OCG
La música de Bizet a Morente sonó en la Plaza de Toros con una Orquesta Ciudad de Granada gratuita que agotó las 8.000 invitaciones el mismo día que arrancaba la distribución
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Granada inauguró anoche su primera Bienal de Flamenco con un concierto en la Plaza de Toros que congregó a unas 8.000 personas. La Orquesta Ciudad de Granada (OCG), dirigida por su titular Lucas Macías, protagonizó la tradicional Fiesta con la OCG, que este año coincidió con el inicio del certamen musical. Pero fue algo más. Fue la puesta de largo del tiempo decisivo para la candidatura a la Capitalidad Europea de la Cultura 2031. Un aplaudido video antes del comienzo del concierto y posteriormente la firma de la adhesión de la propia OCG a la tentativa rubricada por la alcaldesa Marifran Carazo y el director, Lucas Macias.
A pocos días del inicio de la Bienal, ya se había generado un gran interés por las entradas, ya que el concierto era gratuito. El lunes, miles de granadinos y visitantes de la ciudad se acercaron a la Oficina de Turismo y al Teatro Isabel la Católica para conseguir su invitación. Por eso no fue sorprendente que la Plaza de Toros estuviera completamente llena de público deseoso de disfrutar de la música en la tarde del viernes.
El ambiente fue el de una cita popular: familias, aficionados al flamenco, público habitual de la orquesta y también muchos curiosos llenaron los tendidos del coso. Sin alfombra roja, la Bienal arrancó como un encuentro abierto a la ciudad, con un programa que tendió puentes entre la música clásica y el flamenco.
Sobre el escenario, Antonio ‘El Turry’ –que subió al escenario con un chaleco negro con brillantes con la imagen de Enrique Morente– aportó el cante, acompañado por el pianista motrileño Juan Carlos Garvayo, el percusionista Carlos Merino y el compás preciso de José ‘El Indio’ y Benjamín ‘El Moreno’ a las palmas.
Como anécdota, queda para el recuerdo lo ocurrido al primer violín antes del inicio de la segunda parte del concierto, al que se le rompió una cuerda de su instrumento;o Macías, saltándose el protocolo para decir de El Turry: “Lo que viene ahora es algo histórico. El Turry es una estrella, está volando y lo va a hacer mas”, tras lo que ambos se fundieron en un amistoso abrazo.
Durante el concierto se interpretaron obras de Georges Bizet (Carmen, con la selección de Canción del toreador, la Seguidilla o Habanera, entre otros), Amadeo Vives (Doña Francisquita), Juan Vert y Reveriano Soutullo (La leyenda del beso), Ruperto Chapí (La Revoltosa), Tomás Bretón (La verbena de la Paloma), Antonio Robledo (con una pieza para Enrique Morente, de ahí el look de El Turry) y Manuel de Falla (El sombrero de tres picos, suite núm 1), entre otros, marcando un diálogo entre la tradición clásica y el flamenco.
El público escuchaba en completo silencio la música que se iba desarrollando; en toda la Plaza de Toros se mantenía la atención y la concentración, como congelados por la belleza de la música.
El concierto sirvió de apertura oficial de la Bienal, un nuevo certamen que se celebrará en años impares y que aspira a consolidarse como cita internacional de referencia, reforzando al mismo tiempo la candidatura de Granada a Capital Europea de la Cultura 2031.
La Plaza de Toros recuperó así un formato que ya había acogido en otras etapas (2004-2008, 2014, 2015 y 2024), cuando la Orquesta trasladaba allí su concierto de inicio de temporada. Desde 1997, la Fiesta con la OCG se ha consolidado como una cita de arranque del curso musical, y en esta ocasión se vistió de inauguración oficial de la Bienal.
El concierto sirvió también para hacer oficial la adhesión de la Orquesta Ciudad de Granada a la candidatura a Capital Europea de la Cultura 2031, en un acto simbólico que tuvo lugar justo antes del concierto. La alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo, rubricó el compromiso junto a Lucas Macías, subrayando la música y el flamenco como pilares esenciales de la identidad cultural granadina.
Por su parte, Macías, ya al cierre del concierto aseguró que “es difícil hablar después de tanta música y tantas sensaciones. Gracias por festejar la música. Es un privilegio. Estamos esperándoles impacientes en el Paseo de los Mártires”. En nombre de la OCG, reconoció sentirse “privilegiados de llevar el nombre de esta ciudad y tener este público.
Al salir para el bis, el director de la orquesta agradeció al público de Granada por su fidelidad y expresó que era un gran privilegio formar parte de la orquesta. Manifestó también su esperanza de que los conflictos bélicos en Ucrania y en Gaza lleguen a su fin, lo que provocó una gran ovación del público.
Para despedir la noche, el programa reservaba una sorpresa más, la del tenor Moisés Martín que subió al escenario para cantar la inmortal Granada.
Ya rozando las once de la noche se acabó la fiesta y, entre el aplauso del respetable, la OCG dio por concluido el concierto, aunque la Bienal solo acaba de comenzar su primera edición.
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