'El amor brujo' de Manuel de Falla a través de la cerámica

La granadina Carmen Vila realiza una instalación en el Alcázar Genil inspirada en la obra del compositor

La instalación de la granadina Carmen Vila permanecerá hasta finales de mes en el Alcázar Genil.
La instalación de la granadina Carmen Vila permanecerá hasta finales de mes en el Alcázar Genil.
R. Albertus

15 de septiembre 2015 - 05:00

Carmen Vila es granadina, historiadora del arte y lleva más de treinta años trabajando la cerámica -algo con lo que empezó al terminar su carrera- hasta el punto de convertirse en un artista ceramista. Es en su taller, situado en el Albaicín, donde trabaja la porcelana sin moldes desde hace 32 años.

La ceramista realizó una instalación a principios de junio inspirada en el ballet El amor brujo de Manuel de Falla que puede verse hasta el próximo 25 de septiembre en el palacete de Alcázar Genil donde se encuentra la Fundación Francisco Ayala. El paso de una obra (la primera que escribió Falla a su regreso de París) que nació para ser representada en concierto a la cerámica no fue fácil. El fuego y el baile se simula a través de un mantón de manila con chapas de colores trabajadas en porcelana y triángulos de porcelana. También "5.000 palitos de porcelana extendidos sobre el techo formando triángulos como una malla extendida que simulan el humo de la obra", cuenta Vila.

Desde que la Fundación Ayala inauguró su sede en Granada en 2007, a las exposiciones relacionadas con el escritor se le han sumado numerosas muestras que se vinculan directamente al patrimonio de la ciudad en la que nació el escritor, Y destaca también su apuesta por los artistas granadinos. "Surgió hacer una interpretación porque además de que soy granadina, la cerámica es un material importantísimo en Granada. Tanto que la obra más representativa de la cerámica antigua es el Ánfora de Las Gacelas en la Alhambra", relata Carmen Vila con un tono pedagógico acerca de las motivaciones para dar su propia visión de la obra de Falla en el palacete. La artista que ha sido profesora en la Facultad de Bellas Artes de Madrid, la Escuela de Artes y Oficios de Jaén y Granada, así como en numerosos cursos sobre la porcelana en la escultura, destaca la ciudad como un espacio que impulsa su trabajo. "Los elementos más importantes en artesanía y en la Granada histórica están hechos de cerámica".

El acople de su obra al espacio de la qubba nazarí de Alcázar Genil se hizo a través de una visión rompedora con el concepto "cerámico" al mismo tiempo que contemporánea. Vila reconoce que el oficio de ceramista a nivel artístico -que es a lo que se dedica- apenas se reconoce en España, mientras que "en Nueva York se trabaja mucho la escultura de cerámica en las galerías, en nuestro país se entiende la cerámica para recubrir paredes y zócalos". Por otra parte, Carmen Vila menciona a grandes artistas que "usaron a ceramistas profesionales a principios del siglo pasado" como Joan Miró o Pablo Ruiz Picasso, y dice que "se está empezando a ver un movimiento nacional de ceramistas, pero todavía no es conocido".

El montaje de su instalación en el Alcázar de Genil, es decir, la adaptación de sus piezas de cerámica al espacio fue "muy complejo", comenta Vila que lleva tres años trabajando en obras sobre el movimiento con especial interés en el baile gitano. Para la preparación de la instalación visitaba continuadamente el Sacromonte para retener imágenes flamencas.

Además de la devoción de la ceramista por el músico (granadino de adopción) hay otro motivo que le incitó a reinterpretar El amor brujo en su centenario, y es que al igual que ella: "Manuel de Falla también era muy contemporáneo".

stats